Mi última entrega titulada: Noviembre: Mes de la Familia, la dediqué a Doña Cándida Montilla de Medina, Primera Dama de la República y distinguida egresada de la carrera de Psicología de nuestra universidad UTE, porque en una comparecencia televisiva de nuestro distinguido facilitador Lic. Francisco García Betancourt (Paco), ofreció una detallada información sobre los diferentes programas que, principalmente a favor de la familia, implementa con acierto el Despacho de la Primera Dama de la República.
Mi impresión fue fortalecedora cuando atendiendo a una cordial invitación de Doña Cándida asistí el día 29 del mes de noviembre pasado a la inauguración del primero de cinco Centros de Atención Integral para la Discapacidad, que ha sido una generosa donación del hermano Gobierno de la República de China (Taiwán), cuyo Señor Embajador en el país, el Lic. Ping-Fu Hou, tuvo a su cargo el discurso donde indicó por qué su Gobierno hacía esta costosa donación a favor de más de 328 mil niños, manifestando que el CAID constituye “el mejor regalo para las familias de escasos recursos que tienen niños especiales”.
En su interesante discurso Doña Cándida proclamó que este centro constituye “un acto de esperanza y de profundo y solidario amor por los niños y niñas que, desde su conmovedora inocencia, ven con alegría estos centros que los atraen hacia el cálido regazo del cuidado, el estímulo, el mimo, la comprensión y la tolerancia.
La Primera Dama recordó que siempre deseó tener la oportunidad de brindar parte de su esfuerzo a la población infantil afectada por el Síndrome de Down, trastorno del espectro autista, la parálisis cerebral, la discapacidad auditiva y visual, así como con desórdenes del lenguaje y del habla y retrasos físico-motores.
Recalcó que “este intangible aporte cae dentro del propósito de mi esposo el presidente Medina de hacer lo que nunca se ha hecho”.
Hago un llamado a la sociedad civil y a las organizaciones que trabajan con niños con habilidades diferentes entre las edades de 0 a 10 años, a tratar de que este novedoso proyecto rinda sus mejores frutos.
El CAID se levanta en un terreno de 6,500.61 m2, con un parqueo para 68
vehículos.
El lobby está equipado y decorado llamando a captar con alegría la atención de los niños y niñas que asistirán con sus padres y familiares.
Al final hubo una presentación artística con la participación de la destacada mezzo-soprano no vidente, Jovel Márquez Márquez; la de niños y niñas especiales del grupo de Ensamble de Percusión y el Ballet Folklórico del Teatro Orquestal Dominicano, quienes provocaron grandes emociones al público presente. Recibieron muchos aplausos con sus geniales interpretaciones los integrantes de la Banda Juvenil de Música de Villa Trina, una laboriosa comunidad localizada en las alturas de la cordillera Septentrional, perteneciente a la provincia Espaillat, que siempre se han distinguido por su cálido y refrescante clima pero principalmente por la belleza y educación de sus mujeres.
¡Adelante Doña Cándida, en su inminente y cristiana labor a favor de los niños y adolescentes de este país!