Al igual que muchos otros, leí la Carta a García de ElbertHubbard estando en el bachillerato. La misma causó una gran impresión en mi y desde entonces me propuse aplicar estos principios en cada aspecto de mi vida.
Recientemente la releí en compañía de dos de mis hijos y uno de ellos que acaba de terminar su maestría en una universidad española, me comentó que este mensaje fue la primera lectura que le asignaron sus profesores.
La Carta a García, que fue redactada sin muchas pretensiones, ha llegado a tener una repercusión que su autor no tenía previsto. Publicada por primera vez en 1899, se ha traducido a 63 idiomas, publicado en 150 países y del mismo se han vendido más de 40 millones de copias.
Se refiere a un hecho un hecho acaecido en Cuba durante la guerra entre España y los Estados Unidos. Con el fin de aplacar la violencia que se vivía entonces, el presidente norteamericano escribió una carta el general Calixto García, jefe de los revolucionarios, quien se encontraba resguardado en las escarpadas montañas y sin acceso a ninguna forma de comunicación. Para cumplir esta casi imposible misión se recomendó a Rowan, quien efectivamente sin pedir información ni solicitar medios, atravesó la isla a pie y logró entregar la misiva.
¿Cuántas misiones imposibles son necesarias en nuestro país, urgido de mejores servicios y condiciones de vida? ¿Cuántos Rowan están dispuestos a llevarlas a cabo? Y aquí me refiero a todos los ciudadanos, gerentes y empleados tanto de empresas e instituciones tanto privadas como públicas, profesionales, estudiantes…
A muchos nos habrá tocado encomendar a alguien una tarea, por mucho menos complicada que la del excepcional Rowan. Con contadas excepciones, las primeras respuestas que hemos recibido son frases como estas: ¿Ahora mismo o puede esperar? ¿Le podría decir a alguien más, ahora espero una llamada? ¿Por dónde comienzo? ¿Cómo hago para conseguirlo? ¿Está esto dentro de mis funciones? Y un largo etcétera.
Con una actitud de hacer el menor esfuerzo, de encomendar a otro lo que me toca, de conformarse con hacer solo lo justo que nos encomendaron sin esforzarnos más allá, de tener siempre una larga lista de excusas por las cuales no nos ha sido posible realizar la tarea encomendada nos perjudica grandemente.
Nos afecta personalmente ya que no llegaremos a nuestro desarrollo pleno como personas ni podremos apostar a vivir en mejores condiciones. Afectamos a nuestras familias que demandan y merecen nuestros mejores esfuerzos. Y ni que decir de que saboteamos nuestro crecimiento como país. Con la abulia e irresponsabilidad de sus ciudadanos, esperando que sea otro que resuelva nunca alcanzaremos el desarrollo.
Desarrollemos e inculquemos en nuestros hijos el amor al trabajo, la iniciativa, el compromiso, la lealtad, el coraje, la disciplina y la perseverancia. Estemos cada uno en nuestra área dispuestos a entregar los mensajes a García que sean necesarios.
Nuestro país necesita con urgencia que todos nos parezcamos a Rowan, aunque sea un poco. En palabras del autor de este escrito famoso, a un hombre como él “se le necesita en todas las ciudades, pueblos y aldeas, en todas las oficinas, talleres, fa?bricas y almacenes. El mundo entero clama por e?l, se necesita, urge… el hombre que pueda llevar un mensaje a Garci?a”.
Debemos hacer obligatoria la lectura de la “Carta a García” tanto en el gobierno como en el sector privado. Las universidades deben hacerla como parte de la introducción de los alumnos de pregrado y las escuelas y colegios hacerlas leer y ponerlas en práctica, para que cambiemos la indiferencia por acción.