CHARLOTTESVILLE, Virginia, EE.UU. — Un automóvil arrolló el sábado a un grupo de personas que se manifestaban de forma pacífica contra un mitin de nacionalistas blancos en esta ciudad de Virginia, lo que provocó la muerte de una persona y que otras 26 fueran hospitalizadas, al tiempo que incrementó la tensión en un enfrentamiento cada vez más violento.
El caos surgió en lo que se cree es la mayor reunión de nacionalistas blancos en una década: el gobernador declaró el estado de emergencia, la policía con equipo antimotines ordenó a las personas que despejaran la zona y los helicópteros sobrevolaron el área.
El grupo se había reunido para protestar contra los planes de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee, y otras personas se presentaron para protestar contra el racismo.
Matt Korbon, un estudiante de 22 años de la Universidad de Virginia, dijo que varios cientos de contramanifestantes marchaban cuando, “de repente, solo se escuchó este rechinido de neumáticos”. Un sedán Dodge Challenger color plateado se estrelló con otro vehículo, retrocedió y arremetió contra “un mar de personas”.
El impacto arrojó a varios individuos por el aire. Los que quedaron de pie se esparcieron y corrieron gritando en busca de refugio.
El conductor fue arrestado posteriormente, indicaron las autoridades.
La agitación comenzó el viernes en la noche, cuando los nacionalistas blancos portaron antorchas por el campus universitario en lo que fue descrito como una manifestación “pro blanca”.
La violencia no tardó en aparecer el sábado en la mañana. Cientos de personas lanzaron golpes, arrojaron botellas de agua y sustancias químicas. Al menos ocho personas resultaron lesionadas y una más fue arrestada en relación a esos incidentes.
Después de los enfrentamientos, el presidente Donald Trump condenó “en los términos más enérgicos posibles” lo que llamó un “despliegue atroz de odio, intolerancia y violencia desde muchas partes”. Pidió un “rápido restablecimiento de la ley y el orden y la protección de vidas inocentes”.
Trump dijo que habló con el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, y “acordamos que el odio y la división deben acabar, y deben acabar de inmediato”.
Pero algunos de los nacionalistas blancos citaron el triunfo de Trump como una validación a sus creencias, mientras que los opositores al mandatario resaltaron la retórica con tonos racistas del presidente como motivo del incremento en la tensión racial en el país.
El reverendo Jesse Jackson destacó que, durante años, Trump cuestionó de manera pública la nacionalidad de su antecesor, el presidente Barack Obama.
“En este momento estamos en un lugar muy peligroso”, indicó.
El bloguero de extrema derecha Jason Kessler había convocado a lo que definió como un mitin “pro blanco” en Charlottesville. Los nacionalistas blancos y sus opositores promovieron el evento durante semanas.
Oren Segal, quien dirige el Centro Sobre Extremismo de la Liga Antidifamación, dijo que varios grupos de supremacistas blancos se reunieron en Charlottesville, incluidos miembros de organizaciones neo nazis, grupos de cabezas rapadas racistas y facciones del Ku Klux Klan.
Las organizaciones de nacionalistas blancos Vanguard America e Identity Evropa; la Liga del Sur, de corte nacionalista; el Movimiento Nacional Socialista; el Partido Tradicionalista de los Trabajadores y la Orden Fraternal de Caballeros Alt también asistieron, además de varios grupos con presencia menor, señaló Segal.
Del otro lado, también se reunieron manifestantes anti fascistas en Charlottesville, pero en lo general no están organizados como las facciones nacionalistas blancas, indicó Heidi Beirich del Southern Poverty Law Center, una organización sin fines de lucro especializada en la promoción de los derechos civiles.
Colleen Cook, de 26 años, se mantuvo en la acera gritándoles a los asistentes al mitin que volvieran a sus casas.
Cook, una maestra que asistió a la Universidad de Virginia, dijo que envió a su hijo, que es negro, fuera de la ciudad el fin de semana.
“No debería tener que crecer de esta manera”, declaró.