Un coronel, cuatro mayores,un capitán, 11 tenientes, dos sargentos, un cabo y un raso fueron cancelados y dados de baja de la Policía Nacional por el Poder Ejecutivo por indisciplina y actos reñidos con la ley.
Las cancelaciones fueron recomendadas al presidente Leonel Fernández por el Consejo Superior Policial, cuyos miembros se reunieron la semana pasada para evaluar la conducta de los oficiales y agentes de la institución implicados en el asesinato del teniente coronel César Ubrí Boció, quien fungía como asistente del presidente de la DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo.
Entre los oficiales cancelados figuran Manuel de Jesús Féliz Bello, los mayores Wáscar Antonio Cavallo Deñó y Ricky Rosario Lantigua.
La Policía dijo que esos oficiales actuaron de manera incorrecta en el desesempeño de sus funciones.
Agrega que las pesquisas establecieron que el coronel Féliz Bello mintió al negar que tuviera asignado para servicio el cabo Wáscar Antonio Cavallo Montero, sindicado como la persona que hizo los disparos que mataron a Ubrí Boció.
Del ex mayor Cavallo Montero, padre del cabo Cavallo Montero, dijo que éste tenía conocimiento de que su hijo se dedicaba a actividades delictivas. En lo relativo al mayor, la jefatura de la Policía dijo que recomendó su cancelación por comprobarse que realizaba cargos de armas de fuego sin autorización, en su condición de encargado de archivo de la Intendencia de Armas de la institución del orden. Afirma que se comprobó que ese oficial le entregó las armas al cabo Cavallo a cambio de dinero.