La forma y fondo de cómo se debe llevar el proceso electoral, desde las autorizaciones a los partidos políticos, la legitimación de sus directivos, la financiación, la propaganda, el inicio de la campaña electoral, y así hasta la emisión de los certificados de elección a los candidatos ganadores están contemplados claramente en la Ley electoral 275-97. Pero una cosa es lo que dice la Ley y otra cosa es lo que dicen los partidos políticos y sus dirigentes.
A través de las nieblas del presente, el ciudadano se desespera contemplando el espectáculo triste que se observa entre los miembros de “la clase política”, unos señores que se creen que sólo existen ellos, que la calle es de ellos, que el país es de ellos, y que todo el dinero será de ellos. ¿Qué visión dan con la muestra de esta campaña iniciada a destiempo? La del gasto innecesario e indolente.
La visión de que ni siquiera saben administrar sus propios recursos, pues todo ese derroche a destiempo lo que hace es crearles más necesidad de dinero, y por lo tanto más necesidad de ir a buscarlo comprometiéndose con quien se los dé, sea quien sea. O buscarlo en el erario, como es la costumbre del partido en el poder, prevaricar.
La campaña electoral empieza, Art. 87 de la Ley 275-97, con la proclamación que haga la JCE, a más tardar 90 días antes de las elecciones, o sea tres meses antes del 20 de mayo 2012. Eso significa que la campaña que se haga antes de esa fecha está fuera de la legalidad vigente. Pero creer que no se puede hacer actividad para los intereses políticos de cada quien sería una ingenuidad. Pero lo que no puede ser es el asalto caravanero generalizado los fines de semana a que nos tienen sometidos los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD). Todo ese ruido sin sentido y dañino a la salud.Todo ese atropello al ciudadano en la calle.
Obstruir las calles, las autopistas y las carreteras del país, coartando la libre circulación de los ciudadanos, y poniéndolos en peligro de sufrir agresiones de militantes fanatizados y alcoholizados es la tónica general que estamos aguantando desde hace ya más de un mes.
Es que aquí se entiende que la campaña electoral para los comicios presidenciales se inicia con la proclamación oficial del candidato del partido en el gobierno.
Y, en esta campaña, un poco rara, el PLD oficialista la inició cuando pudimos ver unas fotos esperpénticas de la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández, enganchada en una jeepeta con boina tipo Euclides Gutiérrez.
Mientras, Roberto Rosario, presidente de la Junta Central Electoral, sólo se ocupa de “arreglar” su mundo en el centro de cómputos.