Había una vez un partido que durante sus largos años de oposición criticó hasta la saciedad el reparto de fundas coloradas repletas de arroz, habichuelas, salsa y pica pica durante la época navideña.
Después de tanto nadar en la playa de la moral los peledeístas murieron en la misma orilla de los maestros del clientelismo; la única diferencia es el empaque de los comestibles. Aquellos en fundas y estos en cajas, continúan degradando y perpetuando la miseria del pueblo, negando a los dominicanos una existencia más digna por culpa de la corrupción y el desvío de los recursos del Estado.