Esta noche a las 12:00 el año 2016 llega a su final y se abre un nuevo año lleno de expectativas y de grandes esperanzas para nuestro pueblo y para cada uno de los que formamos parte de esta nación, creada por la idea y la acción de Juan Pablo Duarte.
Todo nuevo año es una puerta que se abre, donde ponemos nuestros buenos deseos y donde aspiramos a que nuestras sueños y proyectos se conviertan en realidad. Y precisamente, quiero aprovechar este último artículo del año 2016 para expresar públicamente mis buenos deseos para el año que se inicia esta noche.
Mi primer deseo para el año 2017 es que, cada vez más, todos los dominicanos asumamos de manera plena lo que plantea el Evangelio de Mateo, en el capítulo 6 versículo 33: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas vendrán por añadidura”. Deseo que cada dominicano y dominicana abra su corazón y lo llene de Dios, se deje dirigir y orientar por él, para que asumamos un camino de amor, de paz, de servicio, de entrega por los demás y de mucha capacidad para perdonar.
Otro gran deseo para el 2017 es que el presidente Danilo continúe siendo un gran presidente, que siga desarrollando proyectos y acciones en favor de las grandes mayorías, que siga enfrentando la pobreza, desarrollando visitas sorpresas, ayudando al sector agropecuario, impulsando proyectos de vivienda dignas para los pobres, desarrollando la revolución educativa, impulsando el sector salud y tantos hermosos y humanos proyectos que tiene.
Pero también deseo que el presidente Medina rectifique su posición frente al nuevo Código Penal y retire sus objeciones, pues ese es un camino peligroso que lo lleva a apoyar el aborto. Deseo que en ese aspecto Danilo retorne a sus orígenes de fe en Dios y saque de su mente la absurda idea de que el aborto beneficia a las mujeres pobres. Esa es una idea totalmente equivocada, pues ellas lo que necesitan es más educación, más orientación y un gran apoyo firme y decidido del estado dominicano.
Deseo que el proceso de siembra de valores en la sociedad dominicana se incremente de manera amplia y podamos enfrentar con eficacia la grave crisis que afecta a nuestras familias y nuestros matrimonios. Deseo que el liderazgo cristiano sea capaz de unificarse en torno a temas de importancia para la nación y para el pueblo de Dios, y que todos juntos podamos enfrentar con eficacia la agenda de anti-valores que desde hace tiempo están impulsando organismos internacionales y sectores nacionales que no toman en cuenta nuestra esencia y tradición cristiana.
Deseo que cada vez más y más se fortalezca la unidad de la familia dominicana, teniendo a Dios como centro, estímulo y fortaleza. Deseo que mi congregación, la Iglesia Cristiana Palabras de Vida, sea cada vez más fuerte e influyente, y que mis pastores Raffy Paz y María Isabel Palacio, sigan teniendo la protección y el cuidado de nuestro Dios.
Finalmente, en mi caso particular, en el 2017 deseo y trabajaré con mayor afán que nunca, para que mi matrimonio con Zinayda sea cada vez más sano y más feliz, para que mis hijas Amelia y Cheizi sigan creciendo profesional y espiritualmente y la felicidad las acompañe, y para que mis tres nietos, Ianna, Juan Fernando e Isabella, puedan encontrar en la palabra y el ejemplo de Jesús la mejor vía para ser buenos ciudadanos y mejores seres humanos.