Eva Brito lamenta no competir por equipo en el Torneo Latinoamericano de Tenis de Mesa, en especial por ser su último campeonato en la categoría juvenil.Sin embargo, la atleta, nativa de Santiago de los Caballeros, comenzó con éxito en su primer paso en la categoría individual. “Sé que puedo entrar entre las cuatro primeras, es decir, llegar a la semifinal”, manifestó Brito, desde Lima, Perú, donde se disputa el torneo.
Hambrienta como siempre, aspira a más. “Y también sé que puedo meterme a la final. -Y por qué no- O quedar campeona. Me siento bien”, agrega la atleta.
Brito ganó su primer partido en individual al vencer 3-0 (11-4, 11-9 y 11-5) a la peruana Fernanda Cueva.
Venció a Gladys Blanqueto (3-0), de México, 11-5, 13-11 y 11-3. Aun faltaba por jugar ayer su tercer encuentro del día, contra Liz Escobar de Ecuador.
Algo para extrañar
La tenismesista juega su último torneo juvenil y extrañará no jugar en la fase por equipos, donde estaría con su hermana. “Quería venir con mi equipo”, señaló Brito. “Ya es mi último año juvenil, y sé que nosotras teníamos una gran posibilidad de llegar a finales y clasificar al mundial que se jugará en Marruecos o al menos meternos en semifinal”. El anhelo de Eva era competir junto a su hermana Karla Brito, así como con Yasiris Ortiz. “Teníamos oportunidad”, insiste, “de clasificar al Mundial en Marruecos. Sé que sí”.
Explica que los dos equipos en llegar a final avanzan a ese mundial y ya en por equipos ese derecho lo alcanzaron Brasil y Puerto Rico. Explicó que Dominicana tenía las condiciones de rebasar al resto de los equipos y juntarse con Brasil en la final. “Eso me entristece mucho. Y más Karla y yo que acabamos de quedar campeonas del Caribe en dobles. Y ahora en el Latinoamericano tenía una súper oportunidad de meternos en medallas”.
“He llorado y ella también”
Para Eva era una buena manera de despedirse de la categoría juvenil. Ya eso no podrá ser. Al fin y al cabo, la edad es un factor que vence a todos. “No sabe el sueño que tenía de participar en un Latinoamericano con mi hermana. Y puff, mira”, lamenta Eva. No es lo único. Una en Lima y otra aquí lo han lamentado. “He llorado”, confiesa Eva. “Ella también”, agrega.
