La gente más sabia y educada siempre está llena de dudas y piensa demasiado para unirse a un grupo o para proclamar una idea; sin embargo, los fanáticos y los últimos de las clases siempre actúan llenos de seguridad, y proclaman en voz alta y repetidas veces las grandes calidades de sus intereses, asociaciones y ofertas. Por eso se oyen tanto las sectas religiosas, que en cada esquina te dan un volante, o que tienen tomada la frecuencia AM de la radio, dando “bendiciones” y repitiendo como un disco rayado “alabado sea el Señor” u “óyenos Señor”.
Así mismo sucede con los políticos. Un simple vistazo al zoológico político local y veremos que los que más ruido y ofertas hacen en los medios de comunicación son los que nunca han hecho nada, y sin embargo son los que desde hace tiempo están administrando las mieles del Presupuesto Nacional.
De hecho, alguno lograba ganar varias veces una posición en el Senado y luego renunciaba para estar en un sitio donde se maneja el dinero en gran cantidad y en total desorden administrativo. Todo hecho con la más absoluta falta de pudor, pues sabía con quien se manejaba, con sus iguales.
Pronto estaremos en la lotería de los cargos “buenos” en la administración pública. Los correos, notas de prensa y ofertas públicas que se oyen dan una idea del mercado persa en que se ha convertido la administración del Estado. Los partidos aliados al candidato ganador están exigiéndole su cuota, su parte del botín. Como si el candidato ganador no supiera que ya su cuota, su parte del botín hace rato que lo están disfrutando y que por eso eran aliados, porque recibían por adelantado parte del botín.
No hay uno solo de los partidos aliados que no estuviese “en posesión” de una parte del presupuesto nacional, los mejores ejemplos son el PQD con Wessin en Bienes Nacionales, o el PRSC en la Liga Municipal y el Ministerio de Exteriores. Lo que nunca se ha hecho en este país, la “partícula de Dios”, es limpiar la administración pública de sanguijuelas, de gente que sin una parte del presupuesto nacional no conseguirían ni siquiera un empleo mal pagado en la economía privada, porque sus capacidades no llegan más que a la de adulón.
Lo que nunca se ha hecho es organizar un gabinete en base a méritos profesionales y resultados demostrables. Lo que nunca se ha hecho en este país, y que el país necesita a gritos que se haga, es que el presidente electo asuma que si hace lo que necesita el país para salir del subdesarrollo, todos le estaremos apoyando.