Dentro de ti hay un diamante, alguien maravilloso cuya bondad es aún desconocida, con creatividad sin estrenar, con dulzura sin compartir.
En Números 21 encontramos a Dios diciéndole a Moisés: Congrega a mi pueblo en Beer, voy a darles agua… El pueblo exhausto por los trayectos del desierto, miró que allí no había más que roca y arena! Claro ante los ojos humanos! Por eso comenzaron a cavar cantando “brota pozo” y luego saltó una fuente que sació a millones.
No seas como tantos que buscan tras la ventana lo que el espejo sabe, que algunos no reconozcan lo que vales no tiene nada que ver con lo que Dios te entregó para bendecir al mundo. No pretendas encontrar en las estrellas la luz que Dios colocó en tu corazón! l