Has agotado las 1001 dietas para adelgazar, entre ellas la de la lechuga, la sopa y la de la toronja, además de que para quemar grasa has repasado hasta la waflera de tu casa. Pero a todo esto se suma el hecho de que debes verte, sentirte y actuar como la más sexy y provocativa ante tu marido, una Katherine Zeta-Jones en Cabaret.
A ver, vamos por parte, una cosa a la vez, no puedo compaginar ambas al mismo tiempo. ¿Quién dijo eso? Anótate en la nueva tendencia que ha revolucionado Estados Unidos y Europa, la magia del “polo dance”.
Bueno, aquí no lo conoces aquí, pero te refresco la memoria. Injustamente tachado como una disciplina realizada única y exclusivamente por mujeres de burdeles, estigmatizadas como cabareteras. El llamado “baile del tubo” en la actualidad ha limpiado su imagen y hoy en día se crean escuelas que enseñan el arte de dominar la barra. Incluso, podrías hasta verlo incursionar en los próximos Juegos Olímpicos, ya que existen hasta competencias y una federación internacional que agrupa a sus practicantes.
No es para menos, este divertido ejercicio ofrece grandes beneficio físicos. Aparte de convertirse en un reto, te someterá a una pérdida de la grasa corporal, aumentará tu fuerza y potencia muscular. De igual forma, te ejercita el sistema cardiovascular, la flexibilidad y la coordinación general, a la vez que aprendes movimientos de danza.
Asimismo, este baile ha ayudado a muchas mujeres a mejorar su autoestima, a sentirse más sexys, seguras de sí mismas, atractivas, sensuales, provocativas y más de un hombre se ha visto beneficiado de las clases tomadas por sus novias y esposas.
Dependiendo del país, te encontrarás con diferentes nombres, por ejemplo, el España le llaman “baile del caño”, en Estados Unidos es conocido como “vertical dance” y en países como el nuestro es el “baile del tubo”.
Los principiantes suelen comenzar con giros tales como “el bombero”, un movimiento en el que aprenderás a enganchar sus piernas alrededor del polo y de vuelta al suelo.
Si nos vamos al mundo de los famosos recordaremos apenas dos casos recientes de estrellas que se han atrevido a incluir el tubo en sus trabajos y presentaciones. Comenzaremos por la chica Hannah Montana, Miley Cyrus, que en el show de los Teen Choice Awards hizo un número musical con un tubo, empotrado sobre un carrito de helados, numerito que fue muy criticado por ser una figura adolescente.
La otra, en lugar de incitar a la controversia, más bien ha llamado la atención de miles de hombres y también de mujeres, a estas últimas les ha servido de inspiración para tomar clases. Hablamos de la colombiana Shakira, que abandonó los movimientos árabes para montarse en la barra, en el vídeo de “Rabiosa”.
En el país, también ya se imparten clases sobre esta disciplina, puedes inscribirte en Movimento Centro de Entrenamiento y en la Escuela Showtime. Incluso, en YouTube puedes encontrar vídeos para aprender el baile, dividido en varias lecciones, acá te dejo con la primera, si te entusiasmas, abre espacio en la sala e instala tu tubo y a darle “play”.
