Managua. La Policía de Nicaragua investigaba los detalles del asesinato de un activista opositor y sus dos hijos, ante denuncias que implican a agentes del cuerpo en el crimen.
En declaraciones a la prensa, la campesina Irinea Mejía, esposa y madre de los fallecidos, responsabilizó del hecho a dos funcionarios del partido de gobierno y a oficiales de la Policía Nacional en el municipio de Cusmapa, en la norteña provincia de Madriz.
Según la versión policial, el campesino Mercedes Pérez Torres, de 70 años de edad, y sus hijos Josué y Elmer, de 22 y 35, murieron a causa de “un disturbio” ocurrido en el poblado de El Carrizo entre simpatizantes del gobernante Frente Sandinista y del opositor Partido Liberal Independiente.
Sin embargo, Irinea Mejía aseguró que sus familiares fueron atacados por activistas del gobierno que irrumpieron en El Carrizo en camionetas y persiguieron a los opositores hasta asesinarlos a balazos.