Lo he externado por esta vía un par de veces. Pero no está de más mencionarlo nueva vez ahora que la gerencia de la selección nacional de baloncesto confirmó la versión que habíamos publicado sobre la chapa de favorito que tenía Kenny Atkinson para ocupar el puesto de director técnico.
Al Horford está adentro. Estoy convencido de que el ala pívot de los Hawks de Atlanta estará con el equipo nacional en Monterrey, porque para buen entendedor, pocas palabras.
Sí. Toca la coincidencia, si se puede llamar así, de que el coach de la escuadra quisqueyana, Atkinson, trabaja en la misma organización en la que trabaja Horford que, dicho sea de paso, no ha estado con la tropa tricolor en los dos últimos eventos de importancia.
Atkinson, para mí, es un 2×1. Con él también nos ganamos a Horford, que es súper importante para nuestras aspiraciones de conseguir uno de los dos boletos disponibles en el Campeonato FIBA Ámericas de este año. El movimiento tiene sentido. Estoy seguro de que los Hawks serán más flexibles en ceder al dominicano a sabiendas de que el principal responsable del equipo dominicano será un hombre suyo, de su entera confianza.
Si hay algo que puede meterse en medio de mi pensar es lo lejos que llegue Atlanta en los playoffs de la NBA. Si los Hawks llegan a la final se complicaría un poco el panorama con Horford. Es ahí cuando la palabra “administración” entraría en la escena. De eso se encargaría Atkinson. De cuidarlo.