Caracas. “Estoy seguro que nuestro Cristo repetirá, continuará haciendo el milagro”, expresó el mandatario al besar el crucifijo, arrancando aplausos de su séquito.Aquejado por el cáncer y ante un difícil desafío electoral, el líder venezolano ha recurrido a la religión como refugio y estandarte, usando eventos públicos para exhibir un diminuto crucifijo y rogarle a Dios que le deje vivir más tiempo.
A medida que sus eventos públicos se hacen menos frecuentes, en ellos Chávez ha estado rogando por una intervención divina, sujetando un crucifijo, a veces besándolo, y jurando que la enfermedad lo ha hecho “más cristiano”.
En el caso más reciente, el 30 de abril, a Chávez se le quebró la voz de la emoción al despedirse de sus colaboradores y simpatizantes en Caracas antes de partir hacia Cuba para otro tratamiento.
Varios analistas opinan que si el gobernante sobrevive al cáncer podría ganar ventaja política en un país de fuerte influencia católica y que tendrá elecciones en octubre, en las que Chávez ha prometido participar.
“Dado que no puede esconder la enfermedad, aunque sí puede esconder su característica y peligro, ha decidido tomar toda la ventaja que pueda y una ventaja es el tema simbólico y religioso”, dijo Luis Vicente León, un analista político y encuestador. “Se conecta con la religión, que es relevante para la gente y luego se presentará como el elegido, el curado y sanado por el Señor para seguir conduciendo el país”.
Emotividad y optimismo
El presidente ha alternado entre la emotividad y el optimismo, mencionando a Dios y a Jesucristo en casi todas sus comparecencias televisadas.
Al mandatario le salieron las lágrimas el mes pasado durante una misa televisada con su familia en Venezuela, en la que se le vio orando a Jesucristo para que le dé vida.
En otra ocasión en Cuba, Chávez sujetó el crucifijo, que según dijo es el mismo que lo ayudó en su momento más sombrío, cuando fue brevemente derrocado en abril del 2002.
“Tengo una gran fe en lo que estamos haciendo, en este trabajo intenso contra la enfermedad que me emboscó el año pasado y tengo fe, repito, en Dios”, dijo Chávez, con semblante pálido y el rostro hinchado.
“Es como un pacto con Dios, mi Señor”, dijo el gobernante.
La religiosidad de Chávez contrasta con el secularismo estoico de su mentor ideológico, Fidel Castro, y de otros líderes que se han proclamado socialistas.
Una enorme mayoría de venezolanos practica el catolicismo, y hay un crecimiento del protestantismo en algunas zonas del país. Muchos venezolanos también practican religiones locales, y dejan ofrendas en santuarios improvisados al costado de carreteras.
Combinar religión y política en realidad no es nada nuevo en Venezuela, aun cuando por lo general los grupos religiosos no se inmiscuyen en la política. El expresidente Luis Herrera se proclamaba una persona espiritual y lanzó programas de ayuda a los pobres siendo líder del partido socialcristiano Copei.
Otros líderes latinoamericanos también han mezclado la religión y la política. El presidente nicaragüense Daniel Ortega enfatizó sus creencias cristianas en su campaña por la reelección el año pasado, y sus mítines eran acompañados por procesiones religiosas, himnos y el eslogan “Cristiano, socialista y solidario”.
La estrategia de Ortega, sin embargo, acarreó críticas de líderes católicos, que la consideraron nada más que una maniobra superficial para conseguir votos.
Chávez se considera católico, pero sus creencias religiosas son algo eclécticas. En algunas ocasiones se ha declarado seguidor de deidades folclóricas tales como María Lionza, una diosa indígena que es venerada con santuarios, velas y rituales.
Grupos de oraciones lo han apoyado
Cuando Chávez reveló que tenía un tumor a fines del año pasado, surgió un grupo llamado Consejo de Empleados Públicos Cristianos que organizó reuniones de oración, que fueron transmitidas en vivo por la televisión estatal y por radioemisoras cristianas.
“El presidente pudo haber optado por distanciarse de Dios o dejar de creer en Él debido a lo que estaba pasando”, dijo Linda Aguirre, la presidente del consejo. “Le doy gracias a Dios de que tomó la decisión más importante de su vida: aceptar al Señor”.
Shamanes indígenas en plumas y collares también realizaron una ceremonia de curación para Chávez en una plaza de Caracas el mes pasado, con danzas y cánticos y rezando arrodillados.