En el momento de nuestra independencia en el 1844, la cirugía y la medicina en el mundo estaban dando grandes pasos, gracias a la implementación de la antisepsia y asepsia, gracias a los trabajos de Pasteur en Francia y Lister en Inglaterra. En nuestro territorio y particularmente en la región Este del país, desde la proclamación de la independencia, la medicina se concentraba sobre todo en las consecuencias de los enfrentamientos bélicos. Durante el periodo de la anexión, con las tropas españolas vinieron algunos médicos que se encontraron con una situación muy compleja para ellos, por las enfermedades y las epidemias que asolaron a los soldados españoles. En la zona este, en Hato Mayor, Higüey o El Seibo, se instalaron enfermerías y hospitales para atender las epidemias como el paludismo, la disentería, la fiebre amarilla. La cirugía muy rudimentaria se centraba en amputaciones o cirugías de urgencia abdominal. Luego de la retirada de los médicos españoles, se quedaron ejerciendo en la región Este médicos como el Dr. Teofilo Ferry, de origen francés y quien laboró en La Romana.
En el año de 1886, se graduó en el Instituto Profesional de Santo Domingo el Dr. Arturo Alfau Valdez, primer médico higüeyano, quien ejerció en esa ciudad por varios años. Una figura importantísima en Higüey, fue el Dr. Celio Estruch, quien se graduó en el Instituto Profesional en el 1895, y fue el gran impulsor de la cirugía en la región Este, realizando intervenciones en San José de los Llanos, San Pedro de Macorís, El Seibo e Higüey.
Practicó su primera laparotomía a una paciente que padecía de un embarazo extrauterino, con excelente resultado y originándole gran fama en toda la región. Realizó una gran cantidad de cirugías, auxiliado por médicos como los Dres. Teofilo Hernández o Érvido Creales. A partir del 1924 ocupó la dirección Santa Margarita del Seibo, a la salida de las tropas norteamericanas de ocupación, en donde pudo desarrollar sus habilidades quirúrgicas con mayores facilidades.
En la ciudad de La Romana, tras el inicio de las operaciones del Central Romana, establecieron un excelente dispensario, que contó con médicos norteamericanos, como los Dres. Miller, Dickey u Otis. En el 1918 , se inauguró el Hospital del Central, que tuvo como primer director al Dr. Roger Watkins. Durante su gestión envió en el 1920 a estudiar a Baltimore al Dr. Francisco Gonzalvo, quien se graduó en la Universidad de Maryland. En los años que el Dr. Gonzalvo estuvo al frente del Hospital del Central, se realizaron exitosamente procedimientos de alta cirugía, en los que contó con la colaboración de los Dres. Teófilo Hernández y Nelson Estruch.
En el 1926, se retira por enfermedad el Dr. Gonzalvo y asume la dirección del Hospital Central el Dr. Ángel Janer, médico puertorriqueño, graduado en 1920 de la Universidad de Maryland. En los inicios de la década del 1930, asistió como ayudante del hospital el Dr. Adolfo Bernabé, quien se dedicaba a la cirugía y la otorrinolarinogología, realizando múltiples intervenciones de esa especialidad, que se realizaron por primera vez en nuestro país con gran éxito. Además del Dr. Nelson Estruch, quien se graduó de la Universidad de Santo Domingo en el 1921, también trabajó mucho en el Hospital, el Dr. Braudilio Vélez Santana, quien se graduó en la Universidad de Santo Domingo en el 1933. En ese hospital se llevaron a cabo importantes procedimientos tales como gastroenteroanastomosis, esplenectomías y hasta trepanaciones craneales.
Al día de hoy, los hospitales en La Romana, El Seibo e Higüey, han ido evolucionando y la medicina y la cirugía en la región Este del país progresa cada día y se consolida como un excelente servicio a los habitantes de esa zona de nuestro país.