El ministro de Relaciones Exteriores de Haití, Lener Renauld, pidió este miércoles la intervención de la comunidad internacional, de manera particular, la de la Comunidad del Caribe (CARICOM), las Naciones Unidas y la OEA ante las autoridades de la República Dominicana a fin de que tenga un trato “más ágil y más humano” con el tema de las posibles de portaciones de ciudadanos que no se acogieron al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.
Pese a estos pronunciamientos, durante su intervención ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), dijo que Haití está dispuesto a recibir a las personas de nacionalidad haitiana que vivan en situación irregular no solo en la República Dominicana, sino, en cualquier otro país.
Sin embargo, dijo que su país continuará insistiendo en que haya vías de negociaciones con el gobierno dominicano a fin de buscarle una salida a esta situación que se ha generado a raíz de la puesta en marcha del Plan de Regularización.
Manifestó el interés del gobierno haitiano de evitar las deportaciones masivas que podría producirse desde la República Dominicana, las cuales dijo llevarán a la división de familias nucleares y a la separación de los hijos y los padres.
“La República de Haití no viene aquí a rezar un rosario ni a pedir misericordia, Haití viene aquí a decir a las Américas en nombre de sus próceres fundadores y en nombre de la moral, a exhortar a la República Dominicana a la razón (…) viene a decir que no a la situaciones de familias divididas”, indicó el canciller.
En pero, Renauld pidió a la República Dominica que respete los derechos de sus ciudadanos que viven en situación migratoria irregular.
En ese sentido, sostuvo que el gobierno de la República de Haití “está empeñado en evitar una catástrofe humanitaria” que no solamente plantearía el riesgo de desestabilizar el país en plena campaña electoral, sino que a largo plazo podría constituir una amenaza para la seguridad regional”.
Llamó al gobierno dominicano a continuar el diálogo de negociaciones con ese país a fin de llegar a acuerdo con relación al proceso de repatriación.
“Haití y la República Dominicana tienen el deber de continuar el diálogo iniciado que es lo único que le permitirá disipar los fantasmas y frenar la caída en la incomprensión, los conflictos inútiles y los enfrentamientos gratuitos que no pueden sino, trabar la búsqueda de la felicidad de los pueblos”, consideró.