Años aleccionadores

 Pudiera resumirlas en que todo pasa y en que lo más valioso que tenemos es el tiempo: para decir te quiero, para hacer, para sanar… El 13, número asociado usualmente a lo negativo, en esta edición adquiere un matiz…

 Pudiera resumirlas en que todo pasa y en que lo más valioso que tenemos es el tiempo: para decir te quiero, para hacer, para sanar… El 13, número asociado usualmente a lo negativo, en esta edición adquiere un matiz de aprendizaje, de celebración de la diversidad, de la mujer que ha hecho de su caminar un sendero de lecciones compartidas. ¿Qué le diría a la Airam de 20 años?

1 Acepta las críticas, pero mira bien de quién vienen. Muchas veces lo que alguien dice de ti, es un reflejo de lo que piensa de él mismo.

2 Pasa tus conocimientos. Las nuevas tecnologías harán que las personas quieran compartir más, pero increíblemente sólo a medias. No importa tu edad, siempre que puedas, comparte lo que has aprendido; sirve de mentora y de trampolín para el sueño de otros. ¡Ese será tu gran legado!

 3 Los “no” te harán más fuerte, pero también endurecerán tu corazón. Así que siempre, y no cuando llegues a tus 30, cultiva tu espiritualidad.

4 Todo lo que pides creyendo ya tienes, lo obtienes; así que pide con cautela.

5 La oración será tu arma más poderosa para sobrepasar los momentos difíciles. Desarrolla tu relación con Dios y agradécele siempre.

6 Crear un ambiente laboral armonioso será solamente posible si te construyes internamente. ¡Será un trabajo constante!

7 Los cambios, buenos y malos, te enseñarán quiénes son realmente las personas que están cerca de ti. Atenta a sus comportamientos.

8 Ser parte del grupo puede darte popularidad, pero muchas veces allí no encontrarás lealtad ni felicidad. Sé fiel a tus valores. Sólo sabiendo de dónde vienes podrás discernir entro lo bueno y lo mano para evolucionar.

9 Habrá amigos que sólo te acompañarán una parte del trayecto. Desapegarte, entenderlos y amarlos desde la lejanía será doloroso, pero recuerda, ¡todo pasa!

10 Prioriza. En algún momento serán los estudios, en otro el trabajo, la familia, tú, el amor o las fiestas. Pero ten en cuenta que la única forma de evitar la ansiedad que conllevan estas transformaciones es tener a Dios primero.

11 ¡Vive el presente! Preocuparte por el futuro y el pasado, sólo trae ansiedad. No puedes cambiar lo que ya fue o lo que aún no ha sucedido.

12 Cuida tu cuerpo, en todo el sentido de la palabra. Es tu templo. Con el tiempo, esta acción o decisión te dirá mucho de cuánto te quieres a ti misma.

13 ¡Ama! Sin miedos y sin restricciones. Te herirán, pero también te amarán mucho. Lo mejor es que aprenderás de ambos procesos.

 @AiramToribio 

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