Nueva York, 14 dic (dpa) – El poeta de la generación “beat” Allen Ginsberg con una larga melena y barba y una jovencísima Susan Sontag miran fijamente a la cámara mientras que parejas, homosexuales o no, se besan hasta la eternidad: éstas son algunas de las filmaciones retrato realizadas por Andy Warhol (1928-1987) y que se podrán ver en el MOMA de Nueva York desde el domingo y hasta el 21 de marzo.
Bajo el título “Andy Warhol: Motion Pictures” la muestra, organizada por el comisario Klaus Biesenbach y que antes de llegar al MOMA visitó varias ciudades como Berlín, Praga o Río de Janeiro, recoge una selección de las 500 filmaciones que el rey del pop art hizo en los años 60 y en las que se muestra su sempiterno interés por las celebridades.
“Lo que se ve en sus filmaciones es lo que se ve en sus pinturas: la secuencia, la manera de hacer el retrato, la estrella como protagonista”, explica Biesenbach a dpa. “Es un trabajo muy típico de Warhol”, añade.
Warhol empezó sus filmaciones de retratos el verano de 1963, un año después de que empezara con sus pinturas retrato de iconos populares como la serie de imágenes que hizo de Marilyn Monroe tras su muerte.
En verano de 1963 filmó a su amante y artista John Giorno durmiendo a lo largo de más de cinco horas. Una proyección que se puede ver al principio de la exhibición, donde se observa el sueño plácido de Giorno.
Luego, en la sala principal, se enfrentan entre sí doce retratos “vivientes” en gran formato. Junto con la jovencísima Sontag, el también jovencísimo Lou Reed o Ginsberg, se dan cita visual la considerada “superstar” de Warhol Baby Jane Holzer cepillándose los dientes o el actor Dennis Hopper interactuando con la cámara.
En la sala final se proyecta, como si se estuviera en el cine, casi una hora de filmaciones de parejas besándose y que Warhol grabó durante varios meses.