El conductor de la patana que impactó un autobús, causando la muerte de nueve personas en el tramo carretero Barahona-Azua, admitió que ocupó el carril contrario de la vía, informó la Autoridad Metropolitana de Transporte-Amet.
El vocero de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), Roberto Lebrón, dijo que en el informe preliminar Marcelo Aquino admitió haber ocupado el carril contrario de la vía, pero también se le investigan por otras posibles violaciones a la Ley de Tránsito.
“Él invadió el carril en el que transitaba en dirección Este- Oeste el autobús cargado de pasajeros que se dirigía a los municipios de Vicente Noble y Tamayo, o sea, el accidente fue provocado por él, no sabemos si de manera deliberada o de manera intencional”, dijo Lebrón.
Mientras, la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado), sindicato de transporte de cargas, lamentó el accidente y favoreció que haya sanciones.
Darío Polanco, vicepresidente de Fenatrado, aclaró que ni el conductor ni el camión tipo patana pertenecen a dicho gremio. No obstante, favoreció que se regule el horario para circular vehículos pesados en las carreteras tras reconocer que estos se ven involucrados en un número importante de accidentes de tránsito. Polanco agregó que Fenatrado se ocupa de educar a sus conductores en este sentido.
“Queremos aclarar al pueblo dominicano que esa patana no pertenecía a Fenatrado, era de una compañía privada y también queremos aclarar al pueblo dominicano que el 98% de accidentes de patanas que ocurren en el país no son afiliadas a esta federación”, sostuvo Polanco.
Aquino, conductor de la patana que chocó con un minibús causando el luto a varias familias, aunque se entregó ayer en la casa del conductor fue trasladado a Azua, donde permanece detenido y será sometido a la justicia en las próximas horas.
Entre las víctimas del accidente hay cinco mujeres y cuatro hombres con edades entre 18 y 57 años y, de acuerdo a las versiones de las personas presentes en el lugar del hecho, el conductor de la patana transitaba a alta velocidad, consumiendo alcohol y en competencia con el otro patanista que lo ayudó a escapar, tras el suceso.