Altos de Chavón: la escuela

Romana o Chavón les suena a muchos a glamour, riqueza o a vivir en otro mundo dentro de Dominicana. A otros les suena a óleo, acrílica, carboncillo. A luz y sombra, o a valores tonales en lienzos y papel.

Romana o Chavón les suena a muchos a glamour, riqueza o a vivir en otro mundo dentro de Dominicana. A otros les suena a óleo, acrílica, carboncillo. A luz y sombra, o a valores tonales en lienzos y papel.

En Altos de Chavón, desde hace muchos años, específicamente desde 1983, existe una escuela de arte y de diseño.  Diseño de moda, gráfico y digital, y una cada vez más influyente escuela de Bellas Artes e Ilustración, que ha creado todo un estilo: el de “Los Chavoneros”.

Altos de Chavón es un conjunto arquitectónico de piedras, mentes y espíritus que hacen diferente el acercamiento y la enseñanza de las artes y el diseño. Es un microcosmos que está dando una nueva visión a la enseñanza del arte, una forma y fondo distintos a los acostumbrados, a la enseñanza oficial, o a la de consagrados con escuelitas. Ver el desarrollo de obras en proceso de Moisés Pellerano, de Manuel Báez, de Argenis Evangelista o de María Amalia Pimentel es una experiencia en sí.

Son jóvenes pintores, estudiantes o residentes en Chavón, que se están arriesgando a ver de forma distinta y contemporánea, pero desde la formación académica, sin trucos de instalaciones de chancletas rotas y puñaditos de arenas en un círculo con piedras y un pajarito muerto dentro.

Están viendo desde una visión clara y trascendente, pero con trabajo diario, esforzado, y no con las vagodidactias acostumbradas en los últimos años. Otros artistas, como Mencía Zagarella, que con poco tiempo en la escuela se atreven a pintar, con bastante éxito, una “Virgen del tronco”, un autorretrato audaz, evocador, bello por sí mismo.

O Kilpatry Montes de Oca, imponente y desinhibida, que le sacó tal brillo a un Feliciano como cualquier Maestro. Son nuevos valores con fe en lo que hacen y sobre todo con dedicación seria y de muchas horas de trabajo a sus obras. Como deben ser todos los trabajos de los artistas.

En su presentación formal, Altos de Chavón dice que, “…la escuela cuenta con un programa intensivo de dos años que culmina con un grado asociado a nivel técnico en ciencias aplicadas ”. Tres carreras: Diseño Gráfico, Diseño de Modas y Bellas Artes/Ilustración.

Además, la escuela ha desarrollado el programa certificado en diseño digital. La escuela tiene una afiliación a la prestigiosa Parsons The New School for Design en Nueva York. En  Latinoamérica, convenios con la Universidad APEC, de RD, y la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

“La enseñanza del arte y el diseño vistos desde la inteligencia y la pasión, entre piedras. El arte, ese oscuro objeto del deseo de todo espíritu librepensador, se puede aprender en Chavón”.
Fernando Casanova es abogado

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