El Ministerio de Economía y Energía de Alemania matizó este viernes, a través de un portavoz, la postura de Berlín sobre un posible embargo a las importaciones de petróleo ruso y dijo que, aunque el Gobierno no se opone, aún hay “muchas cuestiones” abiertas.
“El ministro (Robert Habeck) ha dicho que si el embargo se debate con otros ministros europeos, no lo obstaculizaría, no se opondría, pero tiene muchas cuestiones abiertsas y le parece razonable e importante que se hable de las alternativas,” declaró el portavoz, Stephan Gabriel Haufe, en una rueda de prensa en Berlín.
La fuente gubernamental precisó así unas declaraciones de Habeck, de visita de trabajo en Varsovia, donde apuntó que en cuestión de unos días Alemania estaría en disposición de ser independiente del petróleo ruso.
Agregó el portavoz que unas sanciones de este tipo habría que acordarlas y coordinarlas con mucha precisión y que es importante “no ser chantajeables y alcanzar paso a paso la soberanía energética”.
Haufe destacó que, tal y como había anunciado Habeck el miércoles, de decretarse un embargo en estos momentos Alemania lo podría “gestionar”, lo que no quiere decir que Berlín sea ya independiente del crudo ruso, sino que lo dijo “en el sentido de que sabríamos qué pasos deberíamos tomar”.
Haufe explicó que, según el último informe presentado por el Ministerio, el pasado 25 de marzo, desde el inicio de la guerra en Ucrania el Gobierno ha conseguido reducir las importaciones del 35 al 25 %, y que en estos momentos son incluso inferiores a esa cifra.
“En breve estaremos en el 12 %, no ahora mismo, pero en breve” añadió, tras explicar que la cuestión depende de la posibilidad de modificar contratos de importación para el suministro que llega a la refinería de Leuna, en el este del país.