La iglesia católica celebra hoy la pascua, la fiesta de resurrección, el paso glorioso de Jesús de la muerte a la vida, al tercer día de su crucifixión y muerte.
Para celebrar las pascua, este domingo se celebran misas en todas las parroquias del país. En la Catedral Primada de América se oficiará una eucaristía al mediodía; otros templos la tendrán más temprano aunque muchos un poco más tarde de la misa habitual de los domingos, por la vigilia pascual celebrada anoche hasta entrada la madrugada.
La pascua de resurrección es para los católicos una de las celebraciones más trascendentes porque, luego de hacerse hombre y morir como humano, el hijo de Dios volvió a la vida, para dejar entre sus seguidores una promesa de vida eterna, siempre que lo acepten como su salvador.
Hasta para los discípulos de Jesús resultó incomprensible esta vida después de la muerte.
El Evangelio de Juan (20, 1-9) relata que el primer día de la semana María Magdalena fue al sepulcro y encontró retirada la losa que lo tapaba. Entonces fue a avisar a Simón, Pedro y a otro discípulo.
Según el relato, Pedro entró y vio las vendas en el suelo y el sudario con que habían cubierto a su maestro enrollado en un sitio aparte.
“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la escritura: que él había de resucitar de entre los muertos”.
En esta fe, la muerte física es sólo un paso y la verdadera muerte es el pecado, que es superado con el arrepentimiento sincero.
