Monseñor Agripino Núñez Collado trabaja en forma callada y tesonera para lograr un entendimiento entre el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el de la Liberación Dominicana (PLD), en torno a los reclamos que hace el candidato perredeísta, Hipólito Mejía, sobre la Dirección de Informática de la Junta Central Electoral (JCE). Ese acuerdo es una meta que se logrará antes de que finalice el año, según cree el dirigente peledeísta César Pina Toribio, miembro del Comité Político del partido de gobierno.
El rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, tradicional mediador de la clase política dominicana, realizó la más reciente de estas gestiones la tarde del lunes, en su residencia de Santiago.
Núñez Collado recibió en su casa a los secretarios generales del PRD, Orlando Jorge Mera, y del PLD, Reinaldo Pared Pérez, según confió a elCaribe una fuente enterada del proceso de negociación.
Trascendió que el prelado se ha reunido también con el expresidente Mejía y con el presidente Leonel Fernández, también en Santiago. Sin embargo, contrario al rumor que circula, de que propició un encuentro entre Fernández y Mejía, la citada fuente calificó el dato de falso. “Mejía estuvo el fin de semana pasado en Santiago y lo mismo pasó con el Presidente. Pero no hubo reunión entre ellos. Quien se reunió con ellos, por separado, fue Agripino”, dijo la fuente.
Ayer César Pina Toribio, también ministro de la Presidencia, manifestó su confianza en que este desacuerdo terminará antes de que concluya 2011.
“Eso se resuelve en cualquier momento, yo no descarto que sea ahora en diciembre”, dijo el funcionario a la prensa durante una visita a la sede de la JCE, donde también funge como delegado político del PLD.
Aunque el jurista aseguró que el PLD ha flexibilizado en su posición, aclaró que esa fuerza política no puede obligar a la JCE a que destituya a Franklin Frías.
El 8 de diciembre, Núñez Collado dijo a elCaribe que sólo esperaba que el PRD presentara por escrito su propuesta para solucionar el conflicto con el área de Informática y que luego convocaría a una cuarta reunión entre Pared Pérez y Jorge Mera. “Se está esperando, porque el PRD está elaborando su propuesta”, dijo, hace ya 14 días.
Los secretarios generales se han reunido tres veces y la tercera se produjo el primer día de diciembre, en el recinto Santo Tomás de la PUCMM. Luego de levantarse de la mesa, tanto Jorge Mera como Pared Pérez indicaron que habían surgido nuevos elementos que distanciaban las posturas de ambas organizaciones.
“Nosotros flexibilizamos en la reunión anterior, con fórmulas que se acercaban un poco a la que el PRD había planteado, y ellos dijeron: no, no podemos negociar porque no tenemos autorización”, abundó ayer Pina Toribio, al referirse a esa última sesión de diálogo.
El 28 de diciembre se había producido el segundo intercambio de propuestas y los dos directivos políticos se comprometieron a llevar lo conversado a sus respectivas direcciones partidarias. El primero, que se veía como inicio del camino a la solución, ocurrió el 23 de noviembre.
Cautos
Tanto los representantes de las organizaciones enfrentadas como el mediador se abstuvieron ayer de ofrecer detalles sobre estos recientes encuentros que coordina Núñez Collado y sobre el nivel de las negociaciones.
Monseñor Núñez Collado se rehusó a hablar sobre el tema, por lo que no negó ni desmintió la información, pues no lo entendió prudente para los esfuerzos que coordina. El prelado prometió hablar a la prensa tan pronto tenga información que ofrecer.
El secretario general del PRD, Orlando Jorge Mera, se negó a hablar sobre el caso, en el entendido de que Núñez Collado es el vocero autorizado de las conversaciones que sostienen los partidos mayoritarios.
Tampoco quiso hablar Roberto Rosario, presidente de la JCE. “No se vería bien que yo opine cuando hay una comisión tratando esa situación”, justificó.
El impasse en el organismo rector de las elecciones se originó a finales de septiembre, con la carta de renuncia de Miguel Angel García como administrador general de Informática, por alegada incompatibilidad de criterios con el director de Informática Franklin Frías.
La JCE aceptó la renuncia de García, con el voto disidente de los miembros Eddy Olivares y César Féliz Féliz. Tanto Olivares como el candidato presidencial perredeísta, Hipólito Mejía, han reclamado la renuncia o destitución de Frías por entender que no genera confianza en el proceso en un área tan estratégica como el cómputo electoral.
Aunque propuso una dirección colegiada, con un titular y dos subdirectores, el organismo comicial no acogió la demanda de destituir a Frías, quien también se mantiene apegado a su cargo y al frente de las operaciones cotidianas relacionadas con él.
El PLD se resiste a la salida de Frías, por entender que es un recurso humano valioso del que la JCE no debe desprenderse.
Luego de un año de trabajo de la actual matrícula de la JCE, Miguel Ángel García abrió una etapa conflictiva con su renuncia por alegado desacuerdo con Frías. Sin embargo, ambos funcionarios venían trabajando en la misma área desde 2003, cuando una comisión de seguimiento a otra crisis de la JCE presionó para el nombramiento de García.
Los involucrados
“No podemos obligar a la JCE que desista de Frías”
César Pina
Delegado político del PLD
Nosotros no podemos obligar a la JCE a que prescinda de Franklin Frías cuando no tenemos alegatos concretos de irregularidades a su cargo (…) para nosotros lo correcto sería que las cosas queden como están porque no se han hecho señalamientos de ninguna manera” contra Frías, dijo Pina Toribio, quien acudió a la segunda reunión entre secretarios generales, coordinada por Núñez Collado.
“Agripino es el vocero de las negociaciones”
Orlando Jorge Mera
Secretario general del PRD
Monseñor Agripino Núñez Collado es el vocero de las negociaciones y creo que no debo emitir ninguna opinión o información, porque no me corresponde”, respondió Jorge Mera, quien representa al PRD en las discusiones. Jorge Mera también fue firmante, junto al presidente del PRD, de la carta que exigía a la JCE que debatiera el tema con las altas instancias de los partidos políticos.
