En el artículo anterior comentamos el escaso desempeño educativo de nuestros niños en estudios comparativos internacionales. Asimismo, reseñamos la consecuente alarma que se produjo, en prácticamente todos los sectores políticos y sociales del país, frente a estos resultados.
En dicha entrega planteamos que, adicional a la preocupación, las voces responsables deberían aportar algún análisis a los datos que incluyera una comparación del desempeño de nuestros niños en estudios anteriores, una mirada objetiva a los logros -aunque sean modestos-, junto con una comprensión del tiempo y la complejidad que implican las reformas educativas en cualquier país. Además, tal vez es momento para socializar los esfuerzos de las instituciones públicas y privadas; reconocerlos y evaluarlos a partir de los grandes desafíos que aún nos esperan.
En ese orden, deberíamos citar la Política de Apoyo a los Aprendizajes en Lectura, Escritura y Matemática en los Primeros Grados que, con fondos del propio Ministerio de Educación, se implementa con tres instituciones aliadas desde el 2011 en un significativo grupo de escuelas dominicanas.
Asimismo, el Ministerio está iniciando, con esas mismas instituciones, un Programa de Fortalecimiento a Escuelas en modalidad de Jornada Escolar Extendida (JEE) para consolidar el modelo según las normativas y los lineamientos que orientan el funcionamiento efectivo de la JEE en cada jurisdicción.
Por su parte, el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam), con base en el Marco de Formación Continua, desarrolla la Estrategia de Formación Docente Centrada en la Escuela en los Distritos de Villa Mella, Cristo Rey, Montecristi, Cabrera y Fantino, con el apoyo de dos instituciones de Educación Superior. Ya hay datos de estas intervenciones que arrojan un avance en los aprendizajes de los niños de los centros educativos beneficiarios de estos acompañamientos.
Aparte de infraestructuras, se identifican avances en políticas, reforma curricular, y ejecuciones que deberían ser ya socializadas y evaluadas. ¿Pendientes? ¡Muchos! Inversión mejor planificada, más coherencia interna en el sistema, más institucionalidad, más apego y seguimiento a los compromisos consignados en el Pacto y, por supuesto, un gremio más enfocado en los aprendizajes de los niños, y por ende, en la calidad del sistema. l
