¿Cómo pintar algo que es invisible? Un sentimiento, por ejemplo. Kandinsky se propuso esa difícil tarea. Pintar emociones; sentimientos; la vida interior de las personas, su propia vida interior. Pero tenía muy claro que para ello no podía contar con el lenguaje pictórico predominante en su época, o sea, con la figuración, con la descripción, con la literalidad de la cosa; tenía que hacerlo con un instrumento distinto, para decir de forma distinta algo que era distinto a todo lo que se había hecho, y que estaba someramente esbozado en “Abstracción y empatía” de Wilhelm Worringer. Ante ese reto surgió la solución: el arte abstracto, la abstracción lírica. Kandinsky dijo que al «igual que un músico puede reproducir sus sentimientos sobre el amanecer sin utilizar los sonidos del canto de un gallo, el pintor dispone de medios puramente pictóricos para dar forma a sus impresiones de la mañana sin necesidad de pintar un gallo». Alguien que presente su trabajo de forma tan extrema debe ser alguien interesante, distinto, genial. Kandinsky revolucionó la forma de expresarse en la pintura. En 1909, en Improvisación III, los fauvistas le encendieron su paleta y, a partir de ese momento, el color, el círculo, las líneas y los puntos fueron su mundo y el exterior o interior no existían.
El todo era la individualidad y lo individual era el universo. Según sus palabras, le gustaba el círculo porque es ruidoso y tranquilo, porque es simple y complicado. Podía haber dicho cualquier otra cosa sobre el círculo y también hubiera sido correcto, genial. Sus años en la Bauhaus fueron de enriquecimientos mutuos. La Bauhaus le puso en contacto con los artistas y estudiantes más revolucionario de la época. La proximidad con Paul Klee no era sólo en la Bauhaus, sino en las ideas sobre composición y color. Era la liberación de la forma y la idea de la complejidad simple. Las formas frías de la geometría las cargó de sentido poético y eso dio como resultado un mundo nuevo para el arte: el mundo Kandisky.
En el Centro Cibeles de Madrid presentan una muestra de esa revolución, de esa difícil tarea, la de hacer pintura liberándose del mundo de los objetos físicos. Al investigar lo espiritual en el arte Kandinsky se sumergió en un espacio abstracto personalísimo. Kandinsky fue ruso, alemán y francés, abogado y economista.
Tantas nacionalidades eran fruto de los tiempos en los países turbulentos en los que vivió, pero también nos dice de una mentalidad universal que no se cerraba a estereotipos provincianos. Murió el 13 de diciembre de 1944, sin ver el final de la segunda guerra mundial; pero sabiéndose victorioso ante las adversidades.