Aunque considera positivo que la Iglesia católica intervenga como mediadora en los conflictos políticos que se producen en República Dominicana, el obispo de Baní, monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, aboga por el fortalecimiento de las instituciones democráticas para que tengan capacidad de solucionar sus problemas.
“Si tuviéramos instituciones fuertes y una democracia bastante adulta, hasta la Iglesia tendría menos trabajo. Porque está muy bien que la Iglesia intervenga en los conflictos, pero me da vergüenza, a mí me da vergüenza, porque cada intervención de la Iglesia revela la situación de la sociedad, donde haya una sociedad madura ella misma sabe dirimir sus propios asuntos y dificultades y no tiene que llamar a nadie”.
Durante la actual contienda electoral, la Iglesia católica tuvo que intervenir, a través del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y monseñor Agripino Núñez Collado, en la solución de un conflicto que se creó en la Junta Central Electoral (JCE) a raíz de la renuncia de la gerencia de cómputos de Miguel Ángel García, debido a un enfrentamiento con Franklin Frías, objetado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El propio presidente del organismo, Roberto Rosario, pidió a la cúpula eclesiástica gestionar un pacto con las organizaciones políticas para que desarrollen su campaña dentro del marco de la civilidad.
“Aquí se llama mucho a la Iglesia y eso me da un poco de vergüenza, por un lado, y de compasión por otro, porque: pobres personas de la Iglesia que tienen que estar embromando en conflictos. Esas mediaciones son un servicio bastante fatigoso y, en ese sentido, admiro a los que tienen la capacidad de hacerlo. Pero por el otro lado, deseo vivamente ver el día en que la Iglesia no tenga que estar metiéndose en todas las cosas, que haya ciudadanos con suficiente madurez para arreglar sus problemas”, dice.
Bretón Martínez también aboga por la creación de una cultura de cumplimiento a las normas establecidas. “Que haya leyes adecuadas para regir la vida de la ciudadanía, pero que se cumplan, porque la fama aquí es que tenemos leyes para todos pero no se cumplen”.
Considera además que la población no debe perder la oportunidad de acudir a las urnas el próximo 20 de mayo. “Los que vivimos en democracia y consideramos que es un valor, no podemos dejar caer completamente la democracia, y un ejercicio fundamental de la democracia es el sufragio”. Sostiene que las votaciones son un llamado. “No podemos jugar con la fragilidad de nuestra política, nuestras instituciones en verdad son frágiles, pero tenemos que fortalecerlas”.
Cuestiona la forma en que los líderes ejercen la política. “Quizá todavía quedan muchos años de populismo barato”, lamenta. Entiende que los recursos que se derrochan en campaña podrían ser utilizados para solucionar problemas de la población, como la canalización de ríos en San Cristóbal o Baní.
En cuanto a la problemática de las provincias en la que influye su diócesis plantea que tienen en común males como el consumo y tráfico de drogas y el desamparo estatal en las zonas montañosas. También, el desempleo, sobre todo en Baní con el cierre de la zona franca y la tardanza en el desarrollo turístico de la playa Los Corbanitos.
Su madre le inculcó el deseo de ser sacerdote
Su madre Ana Evangelista Martínez (Gela o Gelita), quien en mayo cumplirá 94 años de edad, fue la primera persona que le habló de que se convirtiera en sacerdote allá, en su natal Canca La Reina, de Licey, en Moca.
Monseñor Bretón Martínez, primo hermano de Regino Martínez, cura párroco de Dajabón, fue designado el 8 de agosto de 1998 como obispo de Baní, que cubre las provincias Peravia, San José de Ocoa y San Cristóbal, un área con 19 parroquias y 37 sacerdotes.
Semana Santa
Es parte de la experiencia de fe y el que la vive así nunca la encontrará ni sosa ni monótona. Siempre será acontecimiento porque es vital”.
Cibao-Sur
Si no depredan el medio ambiente sería muy bueno que se hiciera la carretera entre el Cibao-Sur porque facilitaría el flujo de productos”.