“Siempre suspiramos por visiones de belleza, siempre soñamos mundos desconocidos”, dijo el ruso Máximo Gorki, autor de “La madre”. Y maravilloso prodigio, soñar o aspirar, hacia construir nuestros mejores castillos. A la vez, miremos manejar los ensueños de forma tal que no nos distraigan del tiempo presente. He comprobado que ni vueltos al pasado ni corriendo tras el “futuro” promovemos nuestra paz, sólo fijos al presente y agradecidos en él. Ante pases de lista decimos “presente” porque “estamos”. Un regalo es también un “presente”. Estar en nuestro ahora y hoy, junto a nuestro poder divino para escoger vivir el presente para nuestro mayor bien, es obsequio precioso e infinitamente reproductivo. Nunca extraviarlo.
Regalo
“Siempre suspiramos por visiones de belleza, siempre soñamos mundos desconocidos”, dijo el ruso Máximo Gorki, autor de “La madre”. Y maravilloso prodigio, soñar o aspirar, hacia construir nuestros mejores castillos. A la vez, miremos manejar