El lunes, elCaribe comentaba sobre la desconfianza que inspiran los policías. Y ese mismo día, el jefe policial Nelson Peguero solicitaba a la población que confiaran en sus hombres, en medio del asesinato de la joven Franchesca Lugo, y de la muerte de otra muchacha a manos de un policía, de manera “accidental”. A eso se suman los cotidianos desmanes de sus agentes. ¿Cómo pedir confianza? “La confianza se gana”, le ha respondido mucha gente. Y es verdad. Por más que se hable de reforma y modernización, y al mismo tiempo se enganche cualquier tíguere, que a pocos días está asaltando y matando, lo botan y lo reenganchan, quién confía en ese cuerpo lleno de delincuentes.

La postura que comunicó está lejos de contribuir a reducirlo, pero reconoció Leonel Fernández en su alocución anteayer el desasosiego, no sólo de los peledeístas sino del país, ante las diferencias dentro del PLD alrededor de la reforma constitucional para la reelección. La nación suma un fracaso, pues la enredada coyuntura oficialista desde el 19 de abril, perturba su dinamismo y enfoque en todos los ámbitos. Sin embargo, aunque la situación morada hace temer malas consecuencias para el orden democrático, me inclino por recordar, con mirada optimista, que los reveses aportan las vías del éxito. Confiemos que el país seguirá en breve su normalidad y concluiremos en el justo plazo que la experiencia de este desalentador momento político convino.