El 16 de septiembre del 2004, el huracán “Jeanne”, penetró fuertemente al territorio dominicano causando grandes estragos en varias provincias.

Jeanne entró por la parte oriental de la isla con categoría de huracán, y luego de producir algunos daños en esa zona, continuó hacia la parte norte, pero en condición de tormenta tropical.

El huracán de categoría 1 dejó a su paso unas 10 personas muertas, más de 30 mil refugiados y unos 146 heridos, esto sin mencionar la destrucción de miles de viviendas, cierre de hoteles, cancelaciones masivas de vuelos, entre otros cuantiosos daños materiales.

Destrucción en Samaná y la Altagracia

La provincia de Samaná fue una de las más afectadas por los efectos Jeanne en donde sus vientos que sobrepasaban los 100 kilómetros por hora arrastraron los postes del tendido eléctrico y una significante cantidad de árboles, dejando una parte de provincia sin energía eléctrica.

El municipio de las Terrenas quedó prácticamente destruido, de acuerdo con las cifras oficiales de ese momento unas 60 viviendas quedaron en la ruina total y otras 450 sufrieron daños parciales, esto sin mencionar la inmensa cantidad de escombros que obstaculizaban las vías de transito de la ciudad.

Fue tan fuerte el golpe de Jeanne en las terrenas que el Hotel de Portillo se vio obligado a tener que suspender sus funciones hasta reparar los daños causados por el fenómeno.

Otra de las provincias que más sufrió los embates de Jeanne fue La Altagracia en especial el municipio de Higüey, el cual quedó a oscuras por varios días. La Altagracia quedó además desprovista de alimentos y combustibles debido a que todas las vías de acceso terrestre estaban interrumpidas por los destrozos del huracán.

El hotel Punta Cana Beach and Resort ante semejante situación tomó la decisión de cerrar sus por puertas durante dos meses, mientras que otros hoteles del área para evitar que sus huéspedes sufran algún daño a su integridad física decidieron trasladarlos a otras zonas turística en un éxodo aéreo.

Medidas tomadas por el gobierno

Ante semejante situación el primer mandatario en ese momento, Leonel Fernández Reyna optó por suspender su viaje a los Estados Unidos, en donde tenía pautada completar diversos compromisos en el país del norte durante el fin de semana del 17 al 19 de septiembre del 2004.

Como medida inmediata, Fernández Reyna solicitó al gobierno de los Estados Unidos unos 5 helicópteros con la intención de realizar labores de rescate y de suministro de alimentos, y medicinas en los lugares que se habían quedado incomunicado por el paso de Jeanne.  

La decisión fue tomada por el mandatario luego de encabezar una reunión de emergencia en el Palacio Nacional con todos los titulares de los organismos que integraban la Comisión Nacional de Emergencia. 

A pesar de las medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo, días posteriores al paso del fenómeno atmosférico, las víctimas se quejaban por la falta de ayuda por parte del gobierno de turno. En ese momento los refugiados exijan alimentos y medicinas.

Finalmente, Jeanne luego de azotar a la República Dominicana continuó su devastadora ruta por Haití, donde dejó un saldo de 500 muertos y un sin números de refugiados. 

Esperemos que otro Jeanne no nos vuelva a golpear.

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