“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
1 Corintios 13:4-7
He querido empezar con esta cita, la cual ha sido fuente de inspiración de grandes artistas mundiales, no necesariamente son cristianos, pero, por la profundidad de lo que dice, creo que nada mejor para definir este sentimiento que cada vez más las personas parecen alejarse de él.
Es propicia esta primera semana de febrero para que hagamos, de forma individual, una revisión dentro de cada uno de nosotros y autoevaluarnos hasta dónde necesitamos de él y hasta dónde lo llevamos a los que nos rodean, de manera especial dentro de nuestras familias.
Las redes sociales cada día, durante las 24 horas, se encargan de llevarnos mensajes a veces tóxicos pero de forma repetitiva también textos llenos de palabras que nos hablan de amor, las cuales reenviamos a personas que a veces están tan distantes, hasta en otro continente.
Quiero hacer algunas preguntas: ¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu esposa hijos madre te amo? Y lo que es más importante aún: ¿cuándo le demostrarte el mismo con lo que dice esta cita? Es más que oportuno utilizar este mes, y más que lo que vas a regalar a las personas amadas, cuáles de estas cosas son necesarias como muestra de ese amor para los tuyos. Esperemos hacer la mejor selección de entrega, la cual no tiene ningún costo económico, pero sí gran valor para cambiar el mundo que te rodea y, de manera especial, tu hogar.