El presidente Donald Trump elogió los preparativos del gobierno y pidió a la población que se aleja de la ruta de Florence: “No jueguen con este. Es grande”, dijo desde la Casa Blanca.
A las 8 de la mañana del jueves, el huracán estaba a unos 275 kilómetros (170 millas) al este-sureste de Wilmington, Carolina del Norte, y a unos 355 km (220 millas) al este-sureste de Myrtle Beach, Carolina del Sur, y avanzaba en dirección noroeste a 20 km/h (12 mph).
No estaba claro cuántas personas desalojaron la zona, pero los avisos afectaban a más de 1,7 millones en las Carolinas y Virginia. Las aerolíneas cancelaron al menos 1.000 vuelos.
Las cadenas de ferretería y materiales de construcción Home Depot y Lowe activaron centros de respuesta de emergencia para llevar generadores, bolsas de basura y agua embotellada a sus tiendas antes y después del paso de la tormenta. Las dos cadenas dijeron que en total enviaron alrededor de 1.100 camiones.