CARACAS— Los gobiernos de Venezuela y España acordaron iniciar un proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas, que incluye el retorno en los próximos días de sus embajadores expulsados en enero.
El anuncio se produjo casi tres meses después que el gobierno del presidente Nicolás Maduro declarara persona non grata en Venezuela al embajador de España, Jesús Silva Fernández, tras comentarios del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, relacionados a las sanciones europeas a siete funcionarios venezolanos acusados de abusos contra los derechos humanos o de violar el estado de derecho.
España hizo lo propio al expulsar al embajador venezolano, Mario Isea, en una medida de reciprocidad.
Maduro repetidamente ha acusado a Rajoy de ser el principal promotor de las sanciones de la Unión Europea y de estar comprometido con Washington en una conspiración para desestabilizar su gobierno en momentos que Venezuela atraviesa por una severa crisis política, social y económica. Las autoridades estadounidenses habían sancionado previamente a decenas de líderes venezolanos, incluyendo a Maduro.
Entre los sancionados por la UE figura Diosdado Cabello, el poderoso líder del Partido Socialista Unido de Venezuela. Cabello no ha recibido sanciones por parte Washington. La lista de funcionarios a los que se les congelarán sus activos y tienen prohibido viajar a Europa incluye además al fiscal general Tarek William Saab y el ministro de Relaciones Interiores, Néstor Luis Reverol.
Las relaciones entre los gobiernos de Caracas y Madrid, desde la llegada del ahora fallecido presidente Hugo Chávez al poder en 1999 y luego con Maduro, han pasado por numerosas fricciones.
Venezuela está sumida en una profunda crisis caracterizada por una inflación anual de cuatro dígitos, elevados costos de alimentos y medicinas y una escasez severa de bienes básicos. La crisis generó entre abril y julio del año pasado protestas antigubernamentales que dejaron más de 120 muertos.