La crisis de ansiedad, la depresión, el alcoholismo, el intento suicida y la drogodependencia constituyen los principales trastornos mentales registrados en el país en el periodo 2013-2016 por el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), del Ministerio de Salud Pública.
Los datos forman parte del “Análisis de Situación en Salud Mental y Atención Primaria en República Dominicana”, elaborado por Society for Family Health, en colaboración con el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de Salud (SNS), presentado ayer con la presencia de las principales autoridades del sistema sanitario y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cual revela las barreras existentes para la atención de estos trastornos y la baja inversión pública para su tratamiento.
El estudio realizado en el 2017, presentado por la investigadora Dinys Luciano, revela que entre el 2003 al 2017 se reportaron casi 8 mil suicidios en el país, de los cuales 1,008 ocurrieron entre 2016 y septiembre del 2017, de los cuales el 87.3% correspondía a hombres y el 12.7% a mujeres.
Del total de suicidios ocurridos y registrados por año, sexo y grupo de edad en el periodo 2011-2015, alrededor del 15% del total correspondía a mujeres. Sin embargo, de los suicidios en la población de 15 a 19 años, las mujeres adolescentes representan el 36%, alcanzando alrededor del 45% en los años 2013 y 2014.
Inversión en salud mental es de apenas 0.7%
A pesar de la gravedad de la problemática, la inversión financiera en salud mental del país en el año 2017 fue de apenas 0.73% del gasto total en salud, mientras esta cifra alcanzó un promedio de 8% a nivel regional.
Detalla que en el 2013 el gasto en salud mental fue uno de los más bajos de la región, colocándose en apenas RD$4.9 millones, con un gasto per cápita de RD$15,379.
El estudio realizado en cinco provincias priorizadas resalta que aunque existe infraestructura para la atención mental y la reciente construcción de cinco unidades de intervención en crisis en hospitales de Santo Domingo, se requieren más recursos y fondos para atender a la población con enfermedades relacionadas con la salud mental.
Luciano expuso que las enfermedades mentales constituyen un problema financiero para el país ya que por cada persona que sufre depresión se pierden US$22, US$16 por ansiedad; US$13 por alcoholismo; US$11 por Alzheimer y US$6 por drogadicción.
Wendy Alba, directora de Society for Family Health, insistió en la necesidad de cerrar brechas en referencia al tratamiento de las enfermedades más comunes de salud mental y que existe un proyecto para fortalecer el primer nivel de atención mediante la implementación de un modelo de atención basado en la comunidad.
“La falta de tratamiento de los trastornos mentales conlleva a que las personas pierdan productividad y bienestar, lo cual es importante para su desarrollo humano, afectando además los años de vida saludables perdidos por discapacidad (AVAD)”. dijo.
Afirmó que integrar la salud mental en la atención primaria contribuye a la detección temprana y tratamiento de otras morbilidades como el VIH, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
“Se ha demostrado que el modelo de integrar la prevención y atención al primer nivel de atención en salud es una estrategia eficaz, que puede reducir los costos de las intervenciones y hacerlas más efectivas”.
A su vez enfatizó en que la República Dominicana exhibe un importante avance que ha permitido liderar en toda Latinoamérica el movimiento antimanicomial con el cierre del Hospital Psiquiátrico Padre Billini “El 28” convirtiéndolo en un Centro de Rehabilitación Psicosocial, la apertura de Unidades de Intervención en Crisis y el fortalecimiento de las acciones comunitarias conjuntamente con el Primer nivel de atención marcarán un hito importante para una atención humanizada.
Por su parte, el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, resaltó la importancia del estudio ya que contribuye a visibilizar situaciones y propone soluciones oportunas para abordarlas.
Dijo que uno de los avances del sistema de salud es que ha cambiado la forma de abordar los problemas de salud mental desde la perspectiva de los derechos humanos.
Impactará en la economía mundial
Las entidades participantes refirieron que las enfermedades mentales constituirán en pocos años un importante costo para la economía mundial que debe ser priorizada tanto a nivel de las organizaciones como en las comunidades y ocupará como tema un espacio en las venideras Cumbres Mundiales sobre economía y salud.
“Estamos hablando del posible ingreso que estas personas hubieran aportado al país de estar saludables. De acuerdo con el análisis, las enfermedades mentales causan una pérdida de US$68 per cápita (unos RD$3,418.00) al año”, detalla el estudio financiado por Maverick Collective, el cual se implementa desde el 2017 y tiene una duración de 3 años.