Las autoridades chinas están investigando una escuela “de la virtud femenina” abierta en la provincia de Liaoning por un exprisionero, en la que se enseña a las mujeres que son “inferiores” a los hombres, informan medios locales.
En la institución se ofrecen cursos de 7 ó 20 días durante los cuales las estudiantes deben despertarse cada día a las 4:30 de la madrugada y cumplir labores domésticas durante ocho horas, mientras los ‘profesores’ les enseñan a “hablar menos y trabajar más”, mientras las castigan por maquillarse y albergar ambiciones profesionales. Algunas de las mujeres han sido enviadas al centro por sus esposos y otras por sus empleadores.
El fundador de la escuela, Kang Jinsheng, que asesinó en su día a dos personas y pasó un periodo de cárcel —salió en libertad en 2009—, fue condenado a muerte de forma suspendida, es decir, que la condena se aplica si comete un crimen en los dos años posteriores al veredicto. Se sabe que tras ser liberado decidió asistir a clases de valores tradicionales chinos.
Una de las estudiantes de la ‘escuela’ admite haber sido sometida a “torturas” físicas durante el curso y asegura que la trataron “peor que a una prisionera”. Asimismo, sostiene que “lo peor” que se enseña en el centro es que “los hombres son superiores a las mujeres”. En este sentido, los profesores insisten en que “la tarea más importante de una mujer es la de reproducción” y que “no puede decir ‘no’ a su esposo”, así como que “un divorcio es inaceptable”.