La mayoría de los apagones, casi 75.000, se produjeron en Florida, según el sitio web poweroutages.us. Las Carolinas, Georgia y Virginia también los sufrieron y desde el jueves por la noche regía una advertencia por tornados desde Florida hasta Carolina del Norte.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió el viernes por la mañana que el sistema de tormentas se fortalecía en la zona atlántica y se desplazaba hacia el norte con lluvia, nieve y fuertes vientos.
Se pronosticó hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de nieve en partes de Virginia Occidental, donde se suspendieron las clases en la mitad del estado. Desde la capital de la nación hasta Nueva Jersey se pronosticaban vientos de hasta 88 km/h (55 mph). Caía una densa niebla sobre Nueva York y alrededores.
La tormenta destruyó viviendas móviles en Mississippi y Alabama, provocó deslaves en Tennessee y Kentucky e inundó localidades ribereñas en los Apalaches.
El gobernador de Virginia, Ralph Northam, declaró el estado de emergencia el jueves en la noche debido a las fuertes lluvias e inundaciones extremas en diversas zonas.
Las autoridades confirmaron que hubo cinco víctimas fatales de la tormenta en Alabama, las Carolinas y Tennessee.
Más de 500 personas en Richlands y los alrededores, en el suroeste de Virginia, fueron desplazadas por las inundaciones y fue necesario rescatarlas de sus viviendas, dijo Northam en un comunicado.
En el condado Harlan, en Kentucky, las corrientes se llevaron dos casas móviles mientras decenas de familias eran desalojadas cuando subía el nivel de las aguas, indicaron las autoridades.
“Es una situación muy mala que continúa agravándose a cada hora”, dijo Dan Mosley, juez ejecutivo del condado Harlan.