BOGOTÁ (AP) — El mayor grupo rebelde de Colombia, hoy desmovilizado, nominó el miércoles a Rodrigo Londoño como candidato a la presidencia para las elecciones del próximo año, lo que deja al ex comandante al mando del naciente partido político de los rebeldes.
Londoño, mejor conocido por su alias de Timochenko, se convirtió en el líder de las ahora disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2011 y ha sido una figura clave en el proceso de paz para terminar con el conflicto más antiguo de Latinoamérica.
Londoño y el presidente Juan Manuel Santos firmaron un histórico acuerdo de paz el año pasado en el que los rebeldes acordaron entregar sus armas y confesar sus crímenes de guerra a cambio del compromiso del Estado de mejorar las condiciones de las comunidades rurales de la nación y facilitar el arranque de los rebeldes como partido político.
“La gente del común y todos los que sueñan patria nueva, tendrán su propia representación”, dijo Iván Márquez, un ex rebelde que fungió como negociador durante las reuniones con el gobierno.
La elección de Londoño como candidato presidencial mantiene la tendencia que los ex combatientes han seguido en los últimos meses para asegurarse de que sus históricos líderes continúen al frente de su agenda política. Los ex guerrilleros han cambiado su nombre oficial, pero no perdieron el acrónimo con el cual también son conocidos, las FARC. El partido, llamado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, es dirigido por un consejo político que básicamente consiste en todos los dirigentes que han formado parte de la agrupación por décadas.
Las encuestas en Colombia indican que las FARC continúan siendo sumamente impopulares entre la población, aunque una encuesta de Gallup realizada hace poco tiempo mostró que los ex combatientes tienen un mejor índice de aprobación que los partidos políticos tradicionales. Los recientes escándalos de corrupción y la división durante el proceso de paz han perjudicado la opinión de muchos colombianos sobre los dirigentes políticos de su país. Aun así, Londoño, junto con otros ex insurgentes que compiten por un puesto en el gobierno, se enfrentará a una batalla complicada.
Los líderes de las FARC esperan poder movilizar a los colombianos que han sido marginados por mucho tiempo y que viven en una de las naciones con mayor desigualdad en el mundo. El acuerdo de paz garantiza a los ex rebeldes 10 escaños en el Congreso, y los candidatos para esos cargos también fueron anunciados el miércoles. Su programa de gobierno carece de muchos detalles, pero tiene como prioridad erradicar la corrupción, promover la igualdad social y económica, y eliminar la pobreza.
Imelda Daza Cotes, quien está nominada por las FARC para vicepresidenta, dijo que la idea del partido no es cambiar el modelo económico del país, sino mejorarlo.
“Queremos, sí, un modelo más incluyente. Un modelo más humano”, señaló Daza Cotes.
Las FARC se formaron a principios de la década de 1960 por guerrilleros que estaban afiliados al Partido Comunista de Colombia. Al menos 250.000 personas fueron asesinadas y otras 60.000 desaparecieron, además de que millones fueron desplazados durante el conflicto de más de cinco décadas entre los rebeldes, las fuerzas gubernamentales y los paramilitares de derecha.
El primer año desde la implementación del acuerdo de paz ha estado marcado tanto por grandes hitos _como el desarme de los rebeldes_ como por fuertes reveses. Decenas de líderes sociales han sido asesinados y nuevos grupos ilegales se han trasladado a partes remotas de Colombia que anteriormente habían estado bajo el control de las FARC. Los rebeldes también se han quejado de las terribles condiciones que hay en los campamentos de desmovilización que han ocasionado que la transición a la vida civil sea complicada.
El lanzamiento del partido político de las FARC se ha tenido que enfrentar a la resistencia de dirigentes como el ex presidente Álvaro Uribe, quien advirtió que Colombia se convertiría en otra Venezuela, cuyo gobierno socialista ha llevado al país a la catástrofe económica.
Uribe arremetió contra los candidatos del partido FARC el miércoles y los calificó de “delincuentes” culpables de crímenes contra la humanidad.
“Vamos a enfrentarlos”, aseveró.
Muchos colombianos quieren que a los rebeldes se les prohíba desempeñar un cargo político hasta que comparezcan ante un tribunal. Los ex rebeldes tienen permitido postularse para un cargo antes de que sean juzgados, pero si el tribunal falla en su contra y los detiene, esa sentencia podría evitar que continúen participando en la política.
“Sí hay participación política. Está garantizada en los acuerdos en el acto legislativo”, dijo Rodrigo Rivera, comisionado para la paz de Colombia. “Pero no es incondicional”.
La mayoría de los rebeldes no serían enviados a prisión bajo los términos del acuerdo.
Londoño fue hospitalizado en julio por un infarto y ha mantenido una vida pública discreta desde que firmó el acuerdo de paz.
Adam Isacson, del grupo de expertos de la oficina de Washington de América Latina, dijo que el ex comandante del grupo rebelde es probablemente el mejor candidato a la presidencia del partido FARC. Indicó que es considerado como menos polarizador en comparación con otros líderes de las FARC y muchos lo asocian positivamente con la decisión del grupo de buscar la paz.
“Creo que la vieja guardia siente que este es su momento”, indicó Isacson. “Es ahora o nunca si van a hacer esto”.