Quienes opinan con objetividad sobre los temas de la agenda nacional, no tienen de otra que cuestionar el balance de las políticas públicas del gobierno del presidente Danilo Medina.
Sin meter el bisturí en las honduras de la fallida gestión Medina, es fácil advertir un fracaso que por su envergadura no lo tapa ni la corbata de una saturación propagandística que ya en Brasil fue denunciada por costosa y por pintarle al pueblo un bienestar de mentira.
Hablemos del sistema educativo, con el ministro Navarro admitiendo que la inversión en investigación es “marginal”, significando que nuestros chicos no están aprendiendo a aprender, fin esencial de la enseñanza en estos tiempos. Quien admite esa falla, lo dijo todo.
Es por eso que cuantas veces el líder opositor Luis Abinader ha retado al gobierno del presidente Medina a identificar un solo indicador de calidad del sistema educativo, el silencio es total.
Acaban de morir 14 críos fundamentalmente por las deficiencias crónicas que acusan nuestros centros hospitalarios, lo cual no es nada nuevo, pues ya en 2014, en el primer gobierno del presidente Medina, en un fin de semana fallecieron 11 infantes por falta de oxígeno, en el Angelita.
Son tantas las deficiencias existentes, que en su ácido humor, el pueblo dice: “un día de hospital no se lo desees ni al más malo de tus enemigos”.
Choferes del concho, guachimanes, agricultores, mujeres en servicio doméstico y otros adultos mayores ocupados en labores duras y peligrosas, es una evidencia de que aquí la gente no cuenta con una pensión digna al final de su vida laboral.
De seguridad ciudadana digamos que antes contábamos asombrados los atracos y ataques a civiles, ahora nos sobrecoge enterarnos casi a diario que policías y militares son atacados y asesinados para robarles sus armas de reglamento. Ayer la prensa contaba la muerte de 5 policías a manos de delincuentes, en un solo mes.
Recientemente el asesor presidencial Osmar Benítez propuso que ante los distintos problemas que afectan al sector agropecuario, en especial los arroceros y productores de leche, se efectúe un diálogo entre los productores y las autoridades.
El senador Adriano Sánchez Roa ve el problema más complicado, por lo que está promoviendo una Ley General del Sector Agropecuario y el Desarrollo Rural, lo que a 5 años del gobierno de Medina evidencia su fracaso.
Medina ha agravado el déficit institucional porque ni el Congreso Nacional, ni la Cámara de Cuentas ni la Contraloría General de la República cumplen su rol de fiscalizadores y controladores del desempeño del Ejecutivo.
En corrupción e impunidad ya puede verse cómo el gobierno del PLD se va del poder logrando el más contundente empoderamiento ciudadano conocido, en reclamo de adecentamiento de la gestión pública.
Amigos que vienen del exterior nos hablan de lo golpeado, roto y desesperanzado que ven al pueblo, lo que es el más grave y profundo de los déficits que con que se va la fallida gestión del presidente Medina, evaluado en base a datos de la realidad.