Santo Domingo, RD.- Durante el tradicional Sermón de las Siete Palabras, en la Catedral de Santo Domingo, el reverendo diácono Luis Sandy Cabrera Martínez, de la Parroquia Espíritu Santo de Villa Mella, hizo un llamado urgente a la transformación de la sociedad. En su reflexión sobre la tercera palabra de Cristo en la cruz, “Mujer, ahí tienes a tu hijo… Ahí tienes a tu madre”, el diácono destacó la necesidad de reconstruir un futuro más justo, humano y luminoso a través de la solidaridad y el compromiso social.
En su intervención, Cabrera Martínez enfatizó que la violencia ha alterado profundamente la vida cotidiana de los ciudadanos, que hoy viven como prisioneros en su propia ciudad. “Caminar por la calle, tomar el transporte público o salir de casa se ha convertido en un acto de valentía”, expresó el religioso, quien calificó las condiciones de inseguridad como una “odisea” diaria, donde la probabilidad de ser víctima de la violencia es una constante amenaza.
El diácono también destaco la creciente desconexión entre las autoridades y la realidad que vive la población, criticando la falta de acciones concretas para mejorar la seguridad y el bienestar del pueblo. Según Cabrera Martínez, las promesas gubernamentales se han quedado en palabras vacías, mientras la justicia parece haberse “tomado vacaciones permanentes”.
En su discurso, el religioso relacionó la violencia con la pobreza y la falta de oportunidades, destacando que los jóvenes, privados de educación y trabajo digno, recurren al crimen como una forma de sobrevivir. Aseguró que este círculo vicioso entre pobreza y criminalidad está socavando el futuro de la nación.
Cabrera Martínez propuso soluciones integrales basadas en la educación, el empleo y un sistema judicial eficiente para romper el ciclo de violencia. Recalcó que la seguridad no se construye únicamente con más policías en las calles, sino con más oportunidades para los jóvenes, más recursos para la educación y programas sociales que lleguen a quienes más lo necesitan.
Finalmente, el diácono hizo un llamado a la acción colectiva, señalando que la solución a los problemas del país no recae solo en las autoridades, sino en cada ciudadano. Instó a todos a trabajar por el bien común, a denunciar la corrupción y a participar en la reconstrucción del tejido social mediante pequeños gestos, como conocer a los vecinos y recuperar los espacios públicos.
Con un mensaje de esperanza, Cabrera Martínez concluyó su intervención afirmando que, si todos se unen en este esfuerzo, es posible transformar el sufrimiento en fuerza y el miedo en valentía para construir un futuro mejor.
