En su entrevista a pie de cancha, Williams dijo que le “destrozó” no haberse despedido adecuadamente de Olympia, que el sábado cumplirá un año.
“Pero lo superé”, dijo Williams. “Y ahora volveré a verla”.
La seis veces campeona del Abierto de Estados Unidos no compitió el año pasado por el nacimiento de su hija.
La estadounidense, que cumplirá 37 años en septiembre, empezó enchufada. Acumuló seis aces, ganó todos sus juegos con saque y dominó 23-9 en winners.
“Estar de vuelta aquí es una gran sensación”, dijo Williams, que mejoró a 18-0 su foja en juegos de primera ronda en Flushing Meadows y a 68-1 en primeros partidos en majors.
La 17ma cabeza de serie en Flushing Meadows llegó en medio de un mala racha, con derrotas en tres de sus últimos cuatro partidos,
Williams podría encontrarse con una conocida rival en la tercera ronda: su hermana mayor, Venus, dos veces campeona del US Open. La 16ta cabeza de serie venció 6-3, 5-7, 6-3 Svetlana Kuznetsova, la campeona del torneo en 2004.