Dalia Michel es una guerrera que lucha contra un agresivo cáncer. Fue operada de las mamas, pero las células cancerosas atacaron con fuerza otros órganos y tejidos, y se alojaron en sus pulmones y huesos. Su tratamiento es altamente costoso, tanto que si devengara un salario mínimo de RD$12,900, del sector no sectorizado, tendría que trabajar por tres años consecutivos solo para cubrir los fármacos de tres meses.
El pasado jueves partió desde La Romana hacia uno de los puntos de despacho del Programa de Medicamentos de Alto Costo, ubicado en el Distrito Nacional. Es la quinta entrega de sus pastillas. Con receta original, una carta de aprobación del programa y una copia de su cédula fue a retirar la medicina que, combinada con su dosis de fe, la mantiene con vida.
Según informaciones suministradas a este medio por la Dirección de Acceso a Medicamentos de Alto Costo, la inversión anual por cada persona diagnosticada con cáncer de mama va desde RD$2,056,172.52 a RD$4,658,557.26.
Dentro de los fármacos más utilizados para estos tipos de pacientes están Bevacizumab 100mg, Bevacizumab 400mg, Capecitabina 500mg, Palbociclib 100 mg, Palbociclib 125 mg y Ribociclib 200 mg.
Estos tratamientos forman parte del catálogo, que incluye unas 116 moléculas, gestionado por el Ministerio de Salud Pública, para garantizar la salud de aquellos pacientes diagnosticados con diferentes enfermedades catastróficas o afecciones que requieren de recursos económicos imposible de costear por estos, que por demás diezmarían el patrimonio de las familias más pudientes.
Dalia Michel es de ese grupo de 16 mil 540 personas que recibe actualmente de forma gratuita, en los puntos disponibles por las autoridades sanitarias, sus fármacos para tratar sus distintas dolencias. En los últimos tres años la cantidad de beneficiarios del programa pasó de 5 mil 787 a 16 mil pacientes. La mujer también es contada en ese 42 % del total de pacientes dentro del programa que padecen algún tipo de cáncer.
“Yo te pongo el caso de dos medicamentos como el Palbociclib y Ribociclib, medicamentos de cáncer de mama metastásico, solamente tenemos 500 pacientes ahí, y el acompañamiento a estos pacientes es de mil ciento treinta y un millones”, destacó recientemente el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, en una entrevista televisiva.
Es decir, solo ese tipo de cáncer consume el 14 por ciento de la inversión anual inyectada al programa, que actualmente, ronda los 8 mil millones de pesos.
Sí es costosa la terapia para una persona con cáncer de mama, más cara resulta para aquellos diagnosticados con cáncer de pulmón. El tratamiento anual con pembrolizumab 100 mg/4 ml,según cálculos de Salud Pública, es de RD$8,143,000.00 y con osimertinib mesilato 80 mg llega a RD$5,381,820.00.
En los últimos dos meses, la señora Librada Fermín viaja desde Samaná hacia el Distrito Nacional a retirar los fármacos para su esposo que sufre de cáncer de pulmón. Su cita es impostergable cada 30 días en la farmacia de Medicamentos de Alto Costo, ubicada en el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares.
“Lo han tratado muy bien aquí, no me puedo quejar”, dice acerca del programa y de las atenciones recibidas en el centro médico, donde su marido ha recibido cuatro quimio. El doctor Eladio Pérez, presidente del Comité Administrador de la Dirección de Acceso a Medicamentos de Alto Costo, en entrevista para elCaribe, habla del impacto de este programa en segmentos vulnerables de la población. A su vez, a modo de llevar tranquilidad a los pacientes, garantiza la efectividad y continuidad, con la intención de despejar cualquier rumor o información contraria.
“El programa ayuda mucho a esa población que no puede, hay mucha población que trabaja, pero que trabajen no quiere decir que puedan pagarlo”, señaló el también viceministro de Salud Colectiva del Ministerio de Salud Pública.
De los beneficiarios del programa, el 60 por ciento de estos se encuentran dentro del régimen contributivo, el otro 40 por ciento pertenece al subsidiado.
“Que tengan la tranquilidad y garantía de que el programa no va a desaparecer y la tranquilidad de que el que está adentro no le va hacer falta ningún tipo de fármacos y que vamos hacer todo lo posible por entrar más pacientes”, enfatizó.
Al ser abordado acerca de las quejas de solicitantes de nuevo ingreso, dijo “ahora como hemos abierto el programa, los médicos también han mandado pacientes… y por eso es que existe una lista de espera”. Entiende que en estos casos la ética prima. “Nosotros lo que no podemos es quitarle el fármaco a alguien que está adentro para dárselo a uno nuevo, pero el que está dentro está totalmente garantizado”,
Aunque se produjo una importante inclusión de beneficiarios en esta administración, el tiempo apremia y cada minuto cuenta para los 3 mil 333 pacientes que están en la lista de espera.
La espera puede ser tan larga para algunos, que cuando logran ser aceptados resulta demasiado tarde, denuncian fundaciones que aglutinan a estos pacientes. Otros corren con la dicha de que en un lapso de 15 días tienen respuesta satisfactoria, entrada que representa para ellos un halo de esperanza.
La historia de Antonia Peñaló es muy particular. Hace más de una década fue diagnosticada con hepatitis C. Cuando solicitó la ayuda médica, esta dependencia operaba bajo el nombre de “Programa Protegido”. En el 2015, la iniciativa de corte social fue relanzada mediante la Resolución 000003, firmada por la entonces ministra de Salud, Altagracia Guzmán Marcelino. “Iba siempre para ver si iba a ser aprobada, pero nunca me aprobaron, porque ellos decían que había gente que lo necesitaba más que yo, y desistí porque no iba a coger lucha durante tanto tiempo” contó a elCaribe.
Ante la falta de respuesta y recursos para cubrir su tratamiento, Antonia apostó a un régimen saludable y a una vida sin exceso, lo que asegura le favoreció a detener el impacto de la enfermedad. Aunque callado, el virus estuvo allí. Recientemente, la dama volvió a solicitar su entrada al programa. Para su sorpresa fue aceptada y ya está llevando su tratamiento. En tres meses se realizará las pruebas para confirmar si superó la afección o debe seguir con una nueva terapia.
Fundaciones exigen incluir nuevos pacientes
Teresa Martez, presidenta de Biored Cac Foundation, red de organizaciones de pacientes que requieren medicamentos biológicos con incidencia en Centroamérica y el Caribe, destacó la necesidad de ampliar este programa y corregir los inconvenientes y retrasos que en ocasiones dice presenta.
“El gran desafío es que cada día hay más personas desarrollando nuevas condiciones crónicas y patologías poco comunes. Por más que el DAMAC quiera incluir más pacientes el presupuesto es limitado. Lo cual es la causante de las largas listas de espera y los problemas de desabastecimiento que a pesar de los importantes esfuerzos de nuestras autoridades se siguen sucediendo”.
Solicitantes
Austria Peña – Paciente de cáncer de mama
Está en el programa, pero su médico le indicó un nuevo tratamiento, situación que a los pacientes les genera incertidumbre, porque es como empezar de nuevo y muchos entran a lista de espera. En la primera semana del mes en curso solicitó la inclusión de un nuevo fármaco. Por fortuna le dijeron que en ocho días fuera a retirar sus dosis de Ribociclip.
María Espinal – Esposa de paciente con cáncer de próstata
Su esposo tiene cáncer de próstata. Es la primera vez que hace la solicitud ante la Dirección de Alto Costo. “Mi esposo tenía otros medicamentos, pero donde se le facilitaba, ya no se puede porque son de alto costo”, sostiene. El tratamiento anual para este tipo de cáncer va desde RD$344,740 a RD$ 4,420,000.00, según la terapia empleada.
José del Carmen Tolentino – Beneficiario de Capítulo de Ayuda
Beneficiarios del programa
Es beneficiario del capítulo de ayudas médicas del programa. “Ellos siempre me han cumplido”, dice el hombre de 80 años, quien espera por una nueva aprobación económica, tras agotar el monto asignado en la farmacia. Estos pacientes reciben un apoyo que cubre por lo regular tres meses sin que el monto exceda el millón de pesos por persona.
Dalia Michell – Paciente de cáncer de mama metastásico
“Fui operada de mama. Hizo metástasis en los pulmones y en los huesos. Los medicamentos que estoy tomando ahora son para contrarrestar la metástasis en los huesos y cuestan casi medio millón”. Cada tres meses, asiste a una de las farmacias del programa en busca de los fármacos.
Antonia Moreno – Allegada de paciente
Antonio Moreno acude religiosamente a la farmacia de la Dirección de Alto Costo, ubicada en el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares, a retirar los medicamentos de su cuñado. Los requisitos para retirar una medicación son los siguientes: receta original, carta de aprobación del programa y una copia de la cédula del paciente.
Estefanía Monegro – Madre de adolescente con fallo renal
“No siempre es color de rosa, a veces ocurren situaciones. Nosotros como personas de bajos recursos acudimos a Altos Costo porque no pudimos costear, porque el tratamiento de ella en la mensualidad está valorado en 25 mil pesos. Hay ocasiones que se ha tenido que comprar porque aquí no ha llegado, porque hay un atraso con el proceso de renovación”