Contrario a lo que se piensa, la leptospirosis no es transmitida únicamente por los ratones, sino también por la orina de perros, gatos, cerdos, vacas, caballos y otros animales salvajes de sangre caliente que pueden albergar la bacteria.
Hasta el 1 de junio de este año, en el país se habían notificado 134 casos de la enfermedad, de los cuales, 19 provocaron la muerte a igual número de personas, según el boletín epidemiológico número 22 publicado la semana pasada por el Ministerio de Salud Pública, cifra relativamente menor que la del año pasado, cuando se reportaron 287 casos y 25 fallecimientos para ese mismo periodo.
El documento refiere que el Distrito Nacional y las provincias Duarte, Espaillat, La Romana, Montecristi, San Juan de la Maguana, Santiago Rodríguez, Monseñor Nouel y Santo Domingo están en alerta verde, ya que presentan menos de un caso por 1,000 habitantes o en su territorio circula el agente transmisor de la enfermedad.
La infectóloga Carmen Sarah Mota explicó a elCaribe que la enfermedad producida por una bacteria del género de las espiroquetas, se adquiere por el contacto de la piel con agua contaminada con orina de animales infectados, generalmente en las zonas rurales, lo que explica que los brotes más frecuentes se produzcan en medio de inundaciones y crecidas de ríos.
“Un gatito, un perro, un ratón orina leptospiras y esas espiroquetas pueden quedar viables a las altas temperaturas de nuestro país, más la alta humedad que generan un ambiente propicio. Cuando tú entras en contacto con lodo o agua con espiroquetas pueden entrar por pequeñas laceraciones que haya en la piel y así se pueda dar la infección. También a través de laboratorios en contacto con material contaminado”, explicó la especialista.
La expresidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología dijo que aunque se recomienda lavar los productos enlatados antes de consumirlos por posible contaminación con orina de ratas, es muy raro que la enfermedad se produzca por ingesta ya que lo común es que entre al organismo humano a través de ulceraciones en la piel.
La también docente de la Universidad Iberoamericana (Unibe) explicó que las personas más vulnerables a contraer la enfermedad son aquellas que trabajan con animales domésticos como son los veterinarios y los agricultores que pudieran estar en contacto con las excretas o bañarse en aguas contaminadas.
Aclaró que aunque las mascotas como perros y gatos son vacunados contra la leptospirosis pueden transmitir la enfermedad. “Aunque tu perrito esté vacunado contra leptospira se tiene que tener el mismo cuidado al manejar sus excretas porque igual puede infectarte ya que él no se enferma pero puede infectar al ser humano”, explicó.
Exhortó a las autoridades municipales y a la ciudadanía a ejercer un mejor control de los desechos sólidos y a las personas que trabajan en ambientes húmedos a usar protección apropiada como guantes y ropa especial.
Puede confundirse con el dengue y la influenza
Mota indicó que en el 90% de los casos de la enfermedad potencialmente mortal cursa sin síntomas graves como fiebre alta, malestar, dolor de cabeza y dolor muscular y ocular que podrían confundirse con dengue, influenza o malaria. Sin embargo, si hay algo que llama la atención para sospechar de leptospirosis, según Mota es el dolor en las pantorrillas y la orina oscura, puesto que la enfermedad suele afectar el tejido del riñón. Dijo que un porcentaje muy mínimo desarrolla el síndrome de Weil, que es la forma grave de ictericia marcada, que provoca insuficiencia renal y hemorragia pulmonar.