El vicepresidente de la Fundación Juan Bosch, aseguró ayer que las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y de Riesgos de Pensiones (AFP) han consumido más de RD$100 mil millones en ganancias y gastos generales que salen de los bolsillos de los afiliados de la Seguridad Social.
Durante la presentación de la investigación “Del negocio seguro a la seguridad social”, realizada junto a Airon Fernández, Matías Bosch dijo que es incostitucional que la población sea condenada a recibir un servicio de salud de acuerdo a su bolsillo y clase social.
“El modelo ha sido condenado al desfinanciamiento y a la mitad del pueblo se le ha sometido a un seguro subsidiado que, en realidad, cuando ves los montos que se pagan, es salud pobre para pobres y eso condena a los centros públicos al deterioro”, sostuvo.
Dijo que desde 2008 cuando entró en funcionamiento el Régimen Contributivo del Seguro Familiar de Salud comenzó a abrirse una brecha que favorece el gasto por aseguramiento en detrimento de la inversión gubernamental, “así al cabo del 2017, el financiamiento de la salud por medio de los seguros ascendía a RD$ 75 mil 852.3 millones, equivalente al 34.2% del gasto de salud global, mientras que el realizado por la esfera gubernamental fue de solo RD$ 46 mil 481 millones o el 21% del gasto en salud”.
Explicó que pese a que actualmente la República Dominicana gasta más del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en salud y tiene acumulado el 15% del PIB en los fondos de pensiones con los ahorros de los trabajadores, la realidad es que los servicios sanitarios son tan precarios que la tasa de mortalidad neonatal es la más alta de América Latina después de Haití y se proyecta que el 71% de los trabajadores, que en la actualidad devengan por debajo de los RD$24 mil, recibirán una pensión de apenas RD$ 5,400.
“Eso es condenar al hambre a la población aun trabajando formalmente y cotizando sin parar. Lo que tú estas pariendo ahí es una crisis social como la que se está produciendo en Chile”, dijo.
Según el investigador. los dominicanos pagan los servicios de salud cinco veces ya que con el pago de sus impuestos financia los hospitales públicos y el seguro subsidiado; mientras que, aquellos trabajadores con empleos formales sustentan el Régimen Contributivo pero se ven forzados a comprar planes complementarios que muchas veces no son suficientes y terminan pagando dinero de diferencia por los servicios.
Para Bosch, la coyuntura electoral es ideal para iniciar un debate del tema encaminado a una reforma estructural del sistema de Seguridad Social.