Qué habitual es ir descalzo por casa, caminar de un lado a otro sin preocupaciones, hasta que llegue ese momento en el que el dedo pequeño del pie choca contra una esquina de un mueble, de una puerta o de la pata de la mesa.
Es en ese momento cuando se recuerda el por qué no nos hemos puesto zapatillas. Ese dolor tan repentino es casi insoportable, y siempre deja la sensación de si se habrá roto algo.
Es un dolor muy agudo, más que si se chocara otro dedo del pie. Esto puede ser incomprensible para muchos, que se preguntan por qué ese dedo es tan molesto, por qué el dolor es tan profundo y significativo.
Hay que entender que según la zona del cuerpo el dolor es diferente, por ello en este artículo se pretende analizar el porqué un golpe en el dedo chico del pie supone tanta molestia.
De acuerdo a los profesionales de Podología Elena Gracia en Granada es por la sorpresa.
“Una de las principales causas que provoca que el dolor sea tan intenso es que estos golpes suelen ser fortuitos e inesperados, suelen coger por sorpresa a todos y en muchas ocasiones en mitad de la noche y a oscuras. Nadie es consciente, todo el mundo cree que puede esquivar ese mueble, que sabe exactamente donde está, por ello al recibir el golpe la intensidad y la frustración es mayo”, expresan en su portal web.
¿Se ha roto el hueso?
Esta es quizás la duda más frecuente una vez que se ha producido el golpe, y es que el dedo pequeño del pie está formado por tres huesos pequeños y muy frágiles. No es extraño que alguno de ellos se rompa tras el golpe al chocar contra una pared o la esquina de un mueble.
El dolor llega a ser tan intenso y molesto que la duda surge, pero si este desaparece al poco tiempo, y las molestias van desapareciendo, lo más probable es que haya sido un susto puntual. Por el contrario, si transcurren más de 30 minutos, y el dedo sigue doliendo, comienza a inflamarse e incluso cambia a un color en tonos morados, es posible que se haya fracturado, por ello hay que acudir rápidamente a un profesional.
Acudir a un experto ayudará a determinar la gravedad del asunto. Es muy probable que si el dedo presenta las características anteriormente señaladas, sea necesario realizar alguna radiografía para ver el estado de las falanges. En caso de que haya rotura, deberá ser el profesional el que paute el tratamiento adecuado: cirugía, reposo, rehabilitación o inmovilización, entre otras posibilidades.
¿Prevención?
Es muy complicado prevenir un golpe que se da de forma muy accidental, pero sí se pueden acortar las posibilidades de que se produzca. Este tipo de choque suele producirse por la noche, cuando la luz está apagada y estando descalzos, por ello muchas personas la denominan la fractura del sonámbulo. Aunque, como hemos comentado, evitarlo puede ser complejo, sí es posible intentar prevenirlo:
- Usar de manera frecuente las zapatillas de estar por casa, sobre todo si se tiene tendencia a levantarse en mitad de la noche.
- Encender una luz o dejar una prendida (que ilumine poco) para tener algo de claridad al andar por la noche.
- Ir con cuidado, barajando muy bien la situación en la que están los muebles, y arrastrando los pies suavemente si se tiene alguna duda.
Como puede apreciarse, no es sencillo evitarlo, pero puede prevenirse o tratarse una vez haya ocurrido, para así evitar daños mayores con el paso del tiempo.