Después de dos años sin reportar casos de cólera, el Ministerio de Salud Pública (MSP) notificó el pasado mes de octubre un contagio en la provincia La Altagracia en una mujer de 32 años que ingresó a suelo dominicano desde Haití con la enfermedad.
En ese momento, las autoridades declararon que la reaparición de la patología en el territorio era producto del brote de infectados que estaba golpeando a la nación vecina, por lo que empezaron a realizar un cerco epidemiológico en toda la zona fronteriza para detectar a tiempo a los afectados para contener la transmisión del padecimiento.
Sin embargo, a pesar de las labores de la cartera sanitaria a la que también se sumaron otras entidades como el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), la afección comenzó a expandirse y causó contagios comunitarios en lugares de gran contaminación e insalubridad.
De acuerdo con datos de Salud Pública, la primera zona afectada fue La Zurza, sector que colinda con el río Isabela donde se confirmó la presencia de la bacteria que origina la condición diarreica, lo que motivó a que se instalara un hospital móvil para asistir a los sospechosos.
Conforme a la institución, la barriada es una de las localidades donde más se han registrado positivos con el padecimiento, pero también propició que surgieran infectados en comunidades cercanas como Villas Agrícolas y Capotillo.
En San Carlos y Bánica, Elías Piña, también se han reportado casos de cólera pero importados, debido a que corresponden a personas que contrajeron la dolencia mientras estaban en Haití.
Actualmente, Villa Liberación en Santo Domingo Este es el principal foco de transmisión de la enfermedad porque en menos de una semana se detectaron seis infectados.
Desde el resurgimiento de la patología los contagiados suman 25 y todavía no se confirman fallecimientos.