Los trastornos digestivos son aquellos malestares que afectan el aparato digestivo. Uno los problemas más frecuentes es la dispepsia, definida por la Real Academia Española como “la digestión laboriosa e imperfecta de carácter crónico”

De acuerdo con Revista Española de Enfermedades Digestivas, esta definición se basa en que etimológicamente el término dispepsia proviene de las palabras griegas “dys” (malo o difícil) y “pepto” (cocer o digerir). Por lo tanto, su significado estricto sería “mala digestión”.

No obstante, los autores Talley y Phillips en 1999 en su libro “Trastornos gastroduodenales funcionales”, la describen como “dolor o malestar en el abdomen superior, o náuseas, crónicos o recurrentes, que pueden o no estar relacionados con la ingesta” y la dividen en tres tipos:

1. Aquellas con una causa orgánica o metabólica identificada en las que si la enfermedad mejora o se elimina los síntomas dispépticos también mejoran o desaparecen. Entre ellas están la enfermedad ulcerosa péptica, el cáncer gástrico, las enfermedades bilio-pancreáticas y las relacionadas con fármacos.

2. Aquellas en las que no existe una explicación identificable de los síntomas. Esta es la llamada dispepsia funcional, aunque también ha recibido otros nombres como dispepsia no-orgánica, dispepsia idiopática o dispepsia esencial.

3. Aquellas en las que no se han realizado estudios, básicamente una endoscopia digestiva alta, para poder establecer fehacientemente si existe o no una causa orgánica de la dispepsia. Esta categoría no es infrecuente ya que en muchos pacientes no será absolutamente necesario realizar exploraciones complementarias si no cumplen criterios de edad ni existen síntomas ni signos de alarma.

Entre los síntomas que destacan se encuentran los siguientes:

1. Náusea, definida como la sensación desagradable de necesidad de vomitar.

2. Eructo: la ingestión de aire durante la comida es un fenómeno fisiológico normal al igual que expulsión de cierta cantidad de aire promovida por la relajación transitoria del esfínter esofágico inferior.

3. Distensión abdominal:La hinchazón o distensión abdominal con frecuencia es provocada por comer en exceso

4. Ardor epigástrico:  sensación de quemazón que surge en el estómago o bajo tórax y que puede irradiarse en sentido ascendente hacia el cuello.

Los pacientes con dispepsia pueden tener una úlcera en el estómago o en la zona del duodeno, causadas, en su mayoría, por una bacteria denominada Helicobacter pylori.

Las causas son el consumo excesivo de alcohol, la ingesta de alimentos picantes, o muy grasientos, e ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo.

Recomendaciones

• Establecer un horario regular para las comidas.

  • Comer con tranquilidad, lentamente y masticar bien los alimentos.

 Mantener una posición erecta para comer.

 Comer con frecuencia y en pequeñas cantidades.

 Evitar las situaciones de estrés y agitación.

 Suprimir el tabaco, el café y las bebidas alcohólicas.

 Evitar el consumo de bebidas artificiales y los alimentos grasos, picantes.

• Limitar el consumo de chicles, ya que pueden causar ingestión de aire (aerofagia).

 No realizar ejercicio físico, ni antes ni después de las comidas.

 No acostarse inmediatamente después de haber cenado.

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