Últimamente, la música de fondo de mi vida es un coro de toses y estornudos. En el trabajo, los colegas se quejan de sus gargantas irritadas y en la plataforma de trabajo Slack ponen emojis de enfermo junto a sus nombres. En casa, mi hija vuelve de la guardería con una mochila llena de manualidades hechas con cartulina y, más a menudo que no, un escurrimiento en la nariz.
No importa qué tanto nos lavemos las manos mi esposo y yo – y se las lavemos a ella – los microbios inevitablemente se transmiten a nuestro bebé y luego a nosotros. A veces parece que apenas tenemos un descanso antes de que nos dé otra enfermedad.
Nueva sensibilidad: cómo la COVID ha agudizado nuestra percepción de los síntomas respiratorios (Imagen Ilustrativa Infobae)
Tengas hijos o no, en esta época del año puedes sentirte como atrapado en un ciclo de afecciones interminables. Especialmente desde la pandemia, puede parecerte que tú y tu familia se enferman más a menudo y que sus resfriados son más severos y las toses duran más tiempo.
Hasta cierto punto, es simple matemática: la COVID ahora se suma a las enfermedades infecciosas que ya se propagan cada temporada de virus, dijo Nahid Bhadelia, médica y directora fundadora del Centro de Políticas e Investigación en Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston. Además de la gripe y el VRS, hay más de 200 virus que causan síntomas similares a los del resfriado, entre ellos los enterovirus, los rinovirus, los virus parainfluenza y los coronavirus del resfriado común, que son parientes del virus que causa la covid.
Según lo que han podido observar los expertos, estos virus no han cambiado para volverse más severos. Pero una razón por la cual ahora pueden sentirse más intensos es porque nuestros cuerpos han olvidado cómo combatirlos, dijo Bhadelia.
Las precauciones que todos tomamos para reducir la transmisión de la covid en los primeros días de la pandemia también frenaron la propagación de estos otros virus, dijo Bhadelia.
Así que cuando la gente dejó de usar mascarillas y empezó a relacionarse más, volvió a estar expuesta a una variedad de enfermedades.
En 2022, los casos de la gripe, el VRS y la covid aumentaron juntos para dar paso a una tripledemia. A principios de 2023, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalaron que los casos de infección de garganta o amigdalitis estreptocócica estaban subiendo. Y los norovirus, que pueden causar fiebre y vómito, también han vuelto junto con los resfriados comunes.
Desafortunadamente, la inmunidad hacia muchos de los virus que enferman a las personas no dura tanto tiempo, dijo Luis Ostrosky, médico y jefe de enfermedades infecciosas y epidemiología en UTHealth Houston y Memorial Hermann. Eso significa que tu cuerpo tiene una especie de deuda de inmunidad con la que debe ponerse al corriente. “Si tu inmunidad se remonta a las cepas que estaban en circulación hace tres o cuatro años, tienes que reponerla”, dijo Ostrosky.
Una vez que tu cuerpo vuelve a aprender a crear anticuerpos contra un virus en particular, es probable que si te expones de nuevo a él tengas síntomas más leves y que te recuperes más rápido, dijo Ostrosky.
El covid también nos ha hecho mucho más sensibles a cuándo estamos enfermos, dijeron los expertos. Ahora, cuando alguien llega al trabajo o a la escuela con una tos seca, parece más importante. “Antes de la covid, te sonabas la nariz y refunfuñabas un poco, pero no hablabas tanto de ello”, dijo William Schaffner, médico y profesor de medicina preventiva en la Escuela de Medicina de la Universidad Vanderbilt.
Gargantas irritadas: ¿el reflejo de la salud postpandemia? (Imagen ilustrativa Infobae)
Estar más atentos a los síntomas respiratorios también podría crear la sensación de que nos enfermamos durante más tiempo, dijo Debra Langlois, pediatra en el Hospital Infantil de la Universidad de Míchigan Health C.S. Mott. Pero una revisión de la literatura realizada en 2013 sobre las infecciones respiratorias comunes en niños encontró que el tiempo que se tarda en resolver una enfermedad siempre ha sido impactante: un resfriado común puede demorar 15 días en curarse y en la mayoría de los casos tienen que pasar 25 días para que una tos desaparezca.
Los adultos también pueden tener lo que los médicos llaman una tos post-viral que dura tres semanas o más después de que los otros síntomas hayan desaparecido. “Mi propio esposo ha tenido una tos posviral durante semanas”, dijo Langlois.
Y en algunos casos, es posible desarrollar una infección secundaria en los senos paranasales, oídos o garganta que hace parecer que una enfermedad se está juntando con otra. “De verdad es desagradable estar enfermo una vez tras otra”, dijo Langlois. “Pero lo que en realidad nos tranquiliza como médicos es que incluso si tienes un día o dos o una semana sin estar enfermo, eso significa que es un virus aparte”.
Síntomas intensos: toses que persisten más allá, revelando el impacto prolongado de las infecciones (Imagen Ilustrativa Infobae)
También hay medidas que pueden frenar al menos algunas infecciones, dijo Langlois, como vacunarse contra el VRS si se es elegible; asegurarse de estar al día con las vacunas contra la gripe y la covid; y aplicar otras lecciones de la pandemia, como quedarse en casa al estar enfermo y usar mascarilla en los aviones.
Para los padres como yo, con niños pequeños que portan todo tipo de microbios inimaginables, Langlois dijo que hay motivos para albergar la esperanza de que no nos seguiremos enfermando tan seguido: los niños son mucho menos propensos a toser en tu cara y mucho más adeptos a lavarse las manos sin protestar a medida que crecen.