La explosión registrada la tarde del lunes 14 de agosto en una zona comercial de la provincia de San Cristóbal dejó 34 fallecidos, pero solo los cuerpos de 15 de las víctimas han sido entregados a familiares luego de ser debidamente identificados por el Instituto Nacional de Patología Forense.
Así lo informó ayer el titular de la entidad, el doctor Santo Jiménez Paez, que en rueda de prensa señaló que por su alto estado de deterioro todavía hay 19 cadáveres sin ser reconocidos en la morgue judicial del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), para los cuales 22 familias han reclamado una prueba de comparación de ADN.
Según el galeno, lo citado es el estudio definitivo para este tipo de situaciones, pero indicó que a la vez es un proceso complejo porque está sujeto a una serie de condiciones entre las que cuenta el deterioro de las partes recuperadas del cuerpo de una víctima.
Agregó que los cuerpos de los fallecidos sufrieron desperfectos por traumas y por la aplicación de calor a causa de quemaduras, por lo que su identificación puede tardar meses.
“El tiempo está sujeto atendiendo a cada caso en particular (…), el proceso de extracción de ADN en la muestra de las víctimas es complejo atendiendo al grado de deterioro”, expresó el médico, que detalló que tienen que ser sometidos a procesos más complicados y específicos cuando los daños son progresivos.
Según el doctor Jiménez Paez, a todas las personas que perdieron la vida en el lugar del evento, muchos de los cuales solo contaban con algunos segmentos corporales al momento de ser levantados por las autoridades de Patología Forense, y a quienes fallecieron recibiendo tratamiento médico en los centros asistenciales a donde fueron ingresados aquellos que resultaron con heridas por el siniestro, se les practicó autopsia y fueron sometidos a investigación.