Los Salesianos de Don Bosco expresaron su preocupación por la situación que viven las comunidades de Arroyo Vuelta y otras localidades del distrito municipal de Zambrana, en Cotuí.
En un comunicado oficial, exhortó a todas las partes involucradas a optar por el diálogo como e camino para superar este conflicto. “La explotación de los recursos naturales no debe realizarse a costa de la vida, la dignidad y la tranquilidad de las familias. Es imperativo que el Estado, las empresas y las comunidades trabajen juntos para alcanzar soluciones justas y sostenibles que respeten los derechos humanos, las leyes nacionales y la creación”
La institución religiosa condenaron el uso de la violencia, los desalojos forzosos, detenciones arbitrarias, daños a propiedades y aseguraron que estas acciones constituyen una grave violación a los derechos humanos de las comunidades locales y atentan contra la paz social.
“Nuestra misión, centrada en la educación y promoción integral de los jóvenes, nos impulsa a alzar la voz en defensa de quienes sufren marginación e injusticia. Estos hechos, que incluyen el uso desmedido de la fuerza y la militarización de territorios campesinos, atentan contra el tejido social, el medio ambiente y el bien común, valores fundamentales para construir una sociedad más justa y solidaria”, explican.
Comunicado íntegro
Los Salesianos de Don Bosco, en comunión con la Iglesia y comprometidos con los valores del Evangelio, expresamos nuestra profunda preocupación y enérgico rechazo ante los actos de violencia perpetrados contra las comunidades de Arroyo Vuelta y otras localidades del distrito municipal de Zambrana, en Cotuí. Estas agresiones, protagonizadas por la empresa Barrick Gold con el apoyo de fuerzas militares y policiales, representan una grave violación a los derechos humanos y al respeto debido a la dignidad de las personas, especialmente de las más vulnerables.
Nuestra misión, centrada en la educación y promoción integral de los jóvenes, nos impulsa a alzar la voz en defensa de quienes sufren marginación e injusticia. Estos hechos, que incluyen el uso desmedido de la fuerza y la militarización de territorios campesinos, atentan contra el tejido social, el medio ambiente y el bien común, valores fundamentales para construir una sociedad más justa y solidaria.
Como educadores y promotores de la paz, exhortamos a todas las partes involucradas a optar por el diálogo como e camino para superar este conflicto. La explotación de los recursos naturales no debe realizarse a costa de la vida, la dignidad y la tranquilidad de las familias. Es imperativo que el Estado, las empresas y las comunidades trabajen juntos para alcanzar soluciones justas y sostenibles que respeten los derechos humanos, las leyes nacionales y la creación.
Ante estas circunstancias nosotros:
- Nos solidarizamos con las comunidades afectadas y con los líderes religiosos y sociales que defienden el derecho a la vida, la paz y la integridad de sus territorios.
- Condenamos la violencia y la militarización, y exigimos el retiro inmediato de las tropas y el cese de las agresiones.
- Apoyamos la investigación imparcial de los hechos, con sanciones claras a los responsables y medidas
de reparación para los afectados. - Exigimos que se apliquen los principios de la justicia social en el trato con los agricultores y campesinos de las comunidades afectadas. Esto implica reconocer y respetar su derecho a vivir en paz en sus tierras, proteger su sustento y garantizar su participación activa en las decisiones que afectan su futuro.
Inspirados por las palabras del Papa Francisco: “La paz requiere una obra artesanal. Se construye cada día con la gracia de Dios, con nuestro trabajo, con nuestra vida” (Fratelli Tutti, 228). Reafirmamos nuestro compromiso de ser artesanos de la paz, defendiendo la dignidad de las comunidades y promoviendo un desarrollo que priorice a las personas y el cuidado de la creación.
Invitamos a todos los fieles y personas de buena voluntad a unirse en oración y acción para que la justicia y la paz prevalezcan en nuestra Patria. Como seguidores de Don Bosco, creemos firmemente que solo a través del amor, la justicia y el diálogo podemos construir un futuro donde cada persona y comunidad sea respetada y protegida.
