Las especialistas de la unidad de duelo de la empresa Fuente de Luz resaltaron la importancia de tener previsiones funerarias anticipadas para aliviar la carga emocional y logística durante el duelo.
Arlenys Nicasio, directora ejecutiva y comercial de esa institución, recomendó a la población reconocer su mortalidad e instó a tener todo organizado para facilitar el proceso a las familias en caso de un evento no controlado.
“Entendemos que somos eternos y este año nos ha enseñado que no somos eternos, que nacemos y al momento de nacer, tenemos una fecha de prescripción. Y esa fecha de prescripción puede llegar por un evento no controlado, por una causa natural o una enfermedad. La realidad es que si ya tienes todo organizado, es más fácil incluso para la familia saber cómo te gustaría que te despidieran”, explicó durante una entrevista en el programa Despierta con CDN.
María José Tavarez, psicóloga experta en acompañamiento en el duelo, coincidió con Nicasio y señaló el proceso de pérdida por desastres como ambiguo, ya que priva a los familiares de las víctimas de realizar los rituales habituales para despedir a sus seres queridos.
“Ofrecemos servicios de acompañamiento, orientación y psicocodificación en el duelo a toda la población. También brindamos servicios de primeros auxilios psicológicos o intervención en crisis para los usuarios del parque, donde realizamos este acompañamiento en eventos no controlados”, explicó.
Recomendó sentir cada emoción, no tratar de pausarla ni de ignorarla, sino experimentarla, detenerse y escuchar al cuerpo.
Por su lado, Nicasio comentó sobre la estructura y circuito de las empresas que permiten brindar apoyo emocional desde el primer contacto con la familia.
Destacó la necesidad de designar un responsable en la familia para tomar decisiones y la intervención de psicólogos especializados en el manejo del duelo.
Las expertas afirman que Fuente de Luz acompaña a la familia desde el inicio, organiza cada etapa, desde la exposición hasta la despedida.
Resaltó la importancia de tener una previsión y cubrir los últimos gastos, para facilitar así la descarga emocional de la familia mediante homenajes en eventos no controlados.