WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump prometió miles de millones de dólares para ayudar a la reconstrucción de Texas tras las inundaciones provocadas por Harvey, pero sus aliados republicanos en la Cámara de Representantes sopesan recortar casi 1.000 millones de dólares de las partidas para desastres para ayudar a financiar el muro en la frontera con México.
La reducción pendiente a la cuenta de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) destinada a desastres forma parte de un enorme proyecto de ley de gastos que la cámara baja analizará la próxima semana cuando los legisladores regresen de su receso de agosto.
El recorte de 876 millones de dólares, que está incluido en la sección de seguridad nacional del proyecto de ley de 1.305 páginas, financia aproximadamente la mitad del adelanto de Trump para el muro en la frontera sur de Estados Unidos que el presidente prometió repetidas veces que México pagaría.
Parece seguro que los líderes republicanos se movilizarán la próxima semana para revertirlo mientras las aguas de las inundaciones generadas por la tormenta aún cubren partes de Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, y mientras decenas de miles de texanos viven en albergues. Sólo quedan 2.300 millones de dólares en las arcas federales destinadas a desastres.
El recorte en el fondo para la atención de desastres fue propuesto bastante antes de la llegada de Harvey, y con seguridad los legisladores darán marcha atrás tras esa falta de visión política, aunque eso generaría una escasez de fondos en las cuentas de seguridad nacional.
El recorte a la FEMA es obra del republicano Rodney Frelinghuysen, representante por Nueva Jersey y presidente de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias _la fuerza principal detrás de un paquete de recuperación por la supertormenta Sandy de más de 1.000 millones de dólares en 2013_, y del representante John Carter, cuyo estado (Texas) está sufriendo mucho debido a Harvey.
“Las circunstancias han cambiado significativamente desde que el proyecto de ley fue elaborado a principios de este verano”, dijo el miércoles Jennifer Hing, portavoz de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias.
La ayuda por Harvey es un nuevo tema en una agenda ya atestada de tareas: aprobar un proyecto provisional de gastos con el fin de evitar una parálisis gubernamental; incrementar el límite de deuda del gobierno con el fin de impedir que Estados Unidos deje de pagar sus obligaciones ante los inversionistas; y preparar el terreno para que los republicanos reformen el código fiscal.
Trump tiene programado reunirse con los líderes del Congreso el próximo miércoles, luego de que el mandatario ha criticado duramente a varios republicanos, en especial al líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, después de que el proyecto de ley del partido para reemplazar la ley de gastos médicos del ex presidente Barack Obama se viniera abajo en la cámara alta.
Eso ha dañado la relación del presidente con su propio partido, y las próximas semanas podrían ser una prueba para ver qué tanta influencia tiene con sus colegas republicanos.
“No vas a hostigar a los senadores de Estados Unidos; esto no es The Apprentice (El Aprendiz)”, dijo el representante republicano Tom Cole, refiriéndose a la participación de Trump en ese programa. “No puedes quedárteles mirando y decir ‘estás despedido’; vas a necesitar su voto y más te valdría recordar que van a estar en la mesa en cada acuerdo importante que necesites en los próximos tres años. Así que simplemente no creo que ésa sea una forma productiva de proceder”.